Abuelastro le prestaba el celular a su nietita a cambio de manosearla en sus partes íntimas
Brenda Lencina, mamá de la menor de siete años, habló con cronica.com.ar y relató el calvario que sufrió su hija. El hombre de 61 años ya tendría antecedentes penales por abuso.
"Mami, Pucho me tocó la cola". Con esas palabras, una menor de siete años, en medio del llanto, le pudo confiar a su mamá los reiterados abusos que había sufrido de parte de la pareja de su abuela, quien lo encubre y desmiente la versión de su nieta.
Brenda Lencina, mamá de la menor, habló con cronica.com.ar. La mujer contó que el jueves pasado estaba con una de sus cuatro hijos, preparando lo que iban a llevar el 24 a la casa de su mamá que tiene pileta para celebrar Navidad. "Le digo a mi nena que se lleve un short para ponerse arriba de la malla, porque iba a estar el marido de mi mamá", contó Lencina, quien advirtió que el hombre ya tiene antecedentes por abuso sexual.
Inmediatamente la nena rompe en llanto, y le preguntó a su madre: "Mami, ¿Pucho tampoco me puede tocar la cola?". "Yo le dije que no. Que eso estaba mal, entonces mi hija empieza a llorar y me dice que Pucho le tocaba la cola", relató Lencina.
A su vez, remarcó que su hija sabía que "eso" estaba mal, "por eso lloraba". Incluso anteriormente la nena le había preguntado a su hermanita de cinco "si Pucho también le tocaba la cola a ella cuando la saludaba". A lo que la otra menor respondió que no.
Lencina comenzó a indagar a su hija, para intentar determinar desde hacía cuanto tiempo era víctima de estos episodios. Al preguntarle a la pequeña esta le confió que "Pucho" le tocó la cola cuatro veces. Según detalló la menor los manoseos ocurrían en circunstancias en las que el hombre de 61 años estaba a solas con la nena, cuando ella lo saludaba o le pedía el celular.
"Cuando íbamos a la casa de mi mamá, ellas entraban corriendo, entonces cuando lo saludaban a él, este aprovechaba esos segundos para tocarla", afirmó Lencina. Además, la mujer manifestó que su hija le mostró cómo el presunto abusador la manoseaba "por adelante y por atrás", cuando ella lo saludaba. Al preguntarle porque nunca le había contado a ella, la nena respondió que era "porque le daba verguenza".
Incluso la pequeña logró identificar dos circunstancias en las que la había manoseado, a partir de la vestimenta que llevaba puesta en ese momento. Una de las veces había sido recientemente cuando ella tenía puesto un "shortcito fluor", y "otra vez cuando tenía su vestido a flores", recordó. Además, mencionó que "siempre lo hacía arriba de la ropa".
A partir de la terapia psicológica que inició la víctima, en una de las sesiones afloró que en una oportunidad, el denunciado "se le arrimó, le dijo hermosa, y le corrió la cara para darle un beso en la boca y en el cuello", cuando la nena le pidió el celular para ver unos videitos. Como ocurre en la mayoría de los casos de abuso sexual intrafamiliares, el abusador amenaza a la víctima con que "no tiene que contar nada".
"Él con la excusa de prestarle el celular, pensaba que le daba lugar a hacerle cualquier cosa", expresó Brenda. No obstante cuando la mamá de la menor increpó a su madre sobre las actitudes que habría tenido su pareja, esta desacreditó el relato de su nieta, a quien señaló de "mentirosa". "Hasta llegó a decir que mi hija estaba caliente con su marido", manifestó Brenda. A partir de ese momento cortó relación con su madre, quien optó por defender a su pareja.
Sin dudarlo, Brenda hizo la denuncia en la comisaría de la Mujer y la Familia 1 de Ezeiza, localidad Tristán Suárez. Desde entonces, recibe amenazas de parte de la familia del acusado. Asimismo, la revisión a la que fue sometida la menor por el cuerpo médico de Lanús determinó que esta sufrió abuso sexual "pero que no llegó a lastimarla", explicó.
"¿Hay que esperar que me la viole, que le haga más de lo que le hizo para que la Justicia haga algo?", lamentó la mujer.
Con el objetivo de pedir Justicia para que el acusado esté tras las rejas, Brenda convocó a una marcha para el miércoles a las 19 hs frente al domicilio del denunciado ubicado en el barrio Vista Allegre, donde está con custodia, debido a que muchos vecinos quisieron lincharlo.
Ya tenía antecedentes por abuso sexual
El acusado, que es apodado como "Pucho", ya había sido denunciado en 2004 por la hermana de Brenda Lencina, quien habría sufrido abuso sexual de parte del hombre desde sus 10 años hasta los 14.
"Primero empezó besándola, la acariciaba, la peinaba hasta que todo eso se fue agravando", relató Brenda. Aunque su hermana tomó coraje para contar los episodios de los que era víctima, nunca recibió apoyo de su madre.
"Cuando se lo contó a mi abuela y a mi mamá ninguna hizo nada", más allá de que el cuerpo médico había confirmado que "estaba toda lastimada".
"Con mi hija no quiero que pase lo mismo", sentenció Lencina.