Luego de que su hija sufriera el acoso de sus compañeras durante años, una madre hizo pública la situación, pero las autoridades educativas tomaron una decisión inesperada: apartar a la niña del colegio.

Romina Romero, la madre de la pequeña, contó que su hija cursa el quinto grado de la  Escuela Eusebio Correa de la localidad de Árraga, donde es víctima de bullying desde que estaba en primer grado.

He decidio hacer público el tema porque ha llegado a un límite que me ha cansado. Hacía cinco años que mi hija venía sufriendo y sí o sí quería darle un punto final. He pedido ayuda, la he tenido y la tengo, pero la verdad es que es algo que nunca me he imaginado que le iba a pasar a mi hija. Yo decía: ‘Son imples burlas, ya va a pasar. Los papás les van a hablar a los chicos’. Pero nunca ha pasado. Siguió y cada vez peor”, sostuvo la mujer a Radio Panorama.

En ese marco, señaló que la decisión de denunciar el hecho la tomó este martes, después de que su hija llegara llorando del colegio y le mostrara una hoja en donde dos compañeras le habían escrito toda clase de inusltos. “Me dijo: ‘Mamá, yo ya no quiero ir más a la escuela’. Y es que todos los días le hacen cosas. Le han llegado a romper el guardapolvo, a robarle sus útiles, romperle sus cuadernos, a tratarla de gorda chancha, de gorda batata”, explicó.

Algunos de los insultos que recibe por escrito la niña, víctima de bullying.

Después, ejemplificó: “Yo a mi niña siempre le pongo un tupper con comida para que lleve a la escuela: pizza, papitas fritas, palitos y un juguito. Y le decían: ‘Ah, vos sos pobre. Por eso traés comida a la escuela. Por eso tu mamá no te da plata’. Todas cosas así venía acarreando mi hija y nos hemos cansado. Llegaban las 6 de la mañana, sonaba la alarma y ella me decía: ‘No me quiero levantar, me van a hacer burla’”.

A pesar de que la mujer negó haber hablado con los padres de las niñas, dijo haberle manifestado la situación a las autoridades de la escuela previo a hacer la denuncia. “Le he mandado via WhatsApp a la maestra las fotos de la hoja donde le habían escrito esas cosas. Ella me dijo que se iba a comunicar con la directora y más tarde me dice: ‘Mañana a las 8 hay reunió en la escuela’. Pero yo no he asistido ayer a esa reunión porque ya he pasado por lo mismo. Han vivido haciendo reuniones y hablando con los niños y nunca han hecho nada”, aseguró y agregó: “Entonces, ayer me he ido al Consejo [de Educación] directamente, porque me he cansado. También lo he denunciado ante la Policía, porque ya no se podía seguir más”.

Sin embargo, la respuetsa obtenida no fue la esperada. A ese respecto, la mamá de la niña indicó: “En el Consejo me han hecho un expediente donde piden la intervención del Gabinete Psicológicio para escuela. Además, la docente de mi niña debe confeccionar una cartilla de trabajo a domicilio y mi niña no tiene que concurrir a la escuela hasta que ese Gabinete Psicológico decida qué es lo que va a pasar”. “¡Encima se le quita la presencialidad!”, se quejó.

A la espera de una pronta resolución, la mujer pidió que se tome consciencia sobre lo ocurrido y que las agresoras sean castigadas por sus acciones. No obstante, reveló que esto último también parece algo difícil de lograr. “Yo pedía mínimo una sanción para estas dos niñas, pero en el Consejo me dicen que en la primaria no existen las amonestaciones y que las sanciones son solo para cuando se agotan todas las posibilidades, por ejemplo el dictado de talleres, cursos y charlas”, afirmó.

Y por último finalizó: “Yo no quiero sacar a mi niña de la escuela, pero lo único que pido es una sanción para esas dos niñas, porque en algún momento lo van a volver a hacer. No puede ser que quede en la nada, que hayan hecho algo y no sean sancionadas”.