La situación sanitaria del dengue, enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, preocupa a las autoridades nacionales, provinciales y porteñas por la expansión que viene teniendo en lo que va de 2024 y el arrastre qdel año pasado, cuando con más de 160.000 casos y 71 fallecidos se superaron las cifras de temporadas previas.

El dengue es propagado cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma y luego pica a otra y le transmite la infección que genera la enfermedad. Nunca es contagiado de un ser humano a otro, ni a través de objetos o de la leche materna. Esta patología es endémica en más de 100 países y causa 390 millones de nuevas infecciones y 20.000 muertes por año a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Vacuna contra el dengue: quiénes deben inocularse 

El virus pertenece al grupo de los arbovirus (es decir, transmitidos por artrópodos), del que existen cuatro serotipos llamados DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4 que comparten analogías estructurales y patogénicas, por lo que cualquiera puede producir las formas graves de la enfermedad, aunque los serotipos 2 y 3 están asociados a la mayor cantidad de casos graves y fallecidos.

Cuando una persona logró curarse del dengue, es inmune a ese tipo de virus que la infectó, pero no a los tres restantes. El riesgo de contraer dengue grave aumenta si se infecta por segunda vez con otro serotipo que puede causar hemorragia grave.

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó en abril del año pasado el uso de la vacuna contra el dengue desarrollada por el laboratorio japonés Takeda para todas los mayores de 4 años, hayan cursado o no previamente la enfermedad.

Con el nombre de TAK-003 está basada en el virus del dengue 2, al que se añade ADN de los otros tres serotipos para proteger contra cualquiera de los cuatro tipos.

El Ministerio de Salud aún no definió cuál será la estrategia respecto a la inmunización desde el Estado.