El conocido método del Plazo fijo es una de las herramientas más utilizadas por los pequeños ahorristas que buscan alternativas para hacer rendir un poco más su poder adquisitivo ante la inflación constante que azota al país.

Cabe destacar que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) mantiene al día de hoy una tasa de interés del 97% para continuar con el objetivo de seguir con un plan atractivo para que esta modalidad de inversión sea una opción contra otras alternativas similares.

Es así que, cada 30 días —que es el período piso de encaje de los fondos solicitado por el sistema financiero con el Plazo fijo— se puede ganar 7,97%. Este número supera por poco el 7,8% que marcó el índice de precios al consumidor (IPC) medido en mayo.

Como detalló cronica.com.ar por medio de un informe especial, pagar las expensas en edificios de las zonas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ya representa el 40% de los ingresos de las familias, con valores en promedio que alcanzan los $47.256.

La ganancia del plazo fijo podría servir, en este caso, para solventar los gastos de alquiler: vale aclarar que, en ciertos casos, un departamento de dos ambientes en Capital Federal cuesta unos $122.400.

¿Cuánto hay que invertir para ganar 150 mil pesos por mes?

Según la calculadora virtual de Plazo fijo en pesos que ofrece el sitio web del Banco Nación, para que una persona al mes gane $150.044,38 deberá invertir una suma inicial de $1.882.000 a 30 días

En el caso que el ahorrista decidiera hacer un nuevo Plazo fijo por 30 días con el dinero inicial más los $150.044,38 ganados en intereses, obtendría al final del período $2.032.044, 38.

Pese a los diferentes períodos que el Banco Central ofrece, siempre será conveniente utilizar el plazo menor y seguir utilizando las ganancias generadas por los intereses -junto con el capital inicial- para una reinversión con la renovación del plazo fijo y así seguir acumulando un dinero extra.

Vale destacar que los plazos fijos se pueden realizar desde las aplicaciones móviles conocidas como home banking, o también, con el depósito desde los cajeros automáticos, respetando la banca del cual está plasmada en la tarjeta de débito.