El humor en nuestro país hoy está de festejo: Carlitos Balá cumple 97 años y con él se encienden los recuerdos de varias generaciones argentinas que rieron en código de un humor inocente pero eficaz; niños y niñas que hoy son hombres y mujeres que quedaron marcados para siempre por este hombre locuaz que les repartió alegrías y carcajadas sin ningún tipo de reparos.

Carlitos, el humorista de la línea 39

Nacido en el barrio porteño de Chacarita, Carlos Salim Balaá nació un 13 de agosto de 1925, hijo de padre libanés y madre hija de croatas. Ambos, preferían una profesión más tradicional y estable para el pequeño Carlitos, quien fue inflexible a la hora de manifestar su evidente costado artístico.

Su insistencia fue tenaz, y sus padres finalmente acabaron por aceptar lo que sería el destino ineludible del niño - aunque se negaron drásticamente a que se cambie el nombre -.

Las primeras risas que Carlitos arrancó al público fueron con solo 20 años a bordo del colectivo de la línea 39, en las cercanías a su barrio, donde tímidamente comenzó a aprender el delicado arte de interpelar a las personas desde el humor.

“Había un chiste que siempre hacía con la complicidad de algún chofer. Carlitos se hacía pasar por pasajero y de golpe preguntaba, a propósito, si faltaba mucho para plaza Constitución, por donde ya habían pasado. Cuando el chofer le decía que todavía faltaba ¡la gente lo defendía a él y retaba al chofer! Él sólo iba a divertir a la gente”, así lo rememoraba en 2011 un chofer que fue protagonista de los inicios del cómico en los pasillos de los colectivos.

De esta manera, interceptaba a los pasajeros con sus chistes y monólogos y, mientras tanto, iba construyendo una profesión que lo llevaría a ser un ícono del cine, la radio, el teatro y el entretenimiento infantil.

Su incursión en la radio, el teatro y el éxito televisivo

De a poco, el comediante empezó a forjarse un nombre en la difícil Ciudad de Buenos Aires. A fuerza de perseverancia, consiguió algunas participaciones en radio logrando un gran reconocimiento en Radio El Mundo como parte del trío cómico con Jorge Marchesini y Alberto Locati, presentados por el locutor Antonio Carrizo. Juntos adquirieron una gran popularidad y participaron en El show de Andy Russell, y luego protagonizaron "¡Qué plato!".

En los años 50’ se subía por primera vez a las tablas de un teatro. Pero su primer gran éxito fue la obra teatral “Canuto Cañete, conscripto del siete”, en 1963, que fue transformada en una película que se estrenó en los cines ese mismo año.

“Canuto Cañete, conscripto del siete” empezó como una obra de teatro y fue llevada al cine en 1963.

Pero un mundo desconocido y vorazmente seductor lo llamaba de lejos: la televisión se le apareció como una oportunidad única y como la epifanía de algo que está destinado a ser. Después de algunas participaciones, Carlitos tuvo su propio show de televisión: en 1963 debutó con “Balamicina”, en canal 9. Al año siguiente pasó a canal 13 y empezó un largo ciclo de programas familiares con mucha audiencia, como “El soldado Balá” y “El flequillo de Balá”, entre muchos otros.

Pero si hablamos del escenario definitivo donde el artista forjó su identidad y su carrera como exponente del humor para toda la familia es “El show de Carlitos Balá”, lugar donde se ganó de manera definitiva el corazón de grandes y chicos. 

A lo largo de su carrera, Carlitos Balá hizo 18 películas para toda la familia.

“Mirá cómo tiemblo”, “Mamá, ¿cuándo nos vamo’?, “Más rápido que un bombero”, “Un kilo y dos pancitos”, “¿Qué gusto tiene la sal” fueron algunas de las frases que quedaron tatuadas en la memoria de toda una generación que fue pasando oralmente aquella herencia humorística como verdaderos símbolos de una época. 

Con su característico flequillo y sus infinitas ocurrencias, también pisó fuerte en el cine: hizo 18 películas de puro humor para toda la familia, como “Canuto Cañete y los 40 ladrones”, “Dos locos en el aire”, “Brigada en acción”, “El tío Disparate”, “Las locuras del profesor”, “La carpa del amor” y “¡Qué linda es mi familia!”, entre otras, que la televisión sigue transmitiendo hasta el día de hoy.

“¿¡Qué gusto tiene la sal!?” y el inolvidable “Angueto”

Dueño de un estilo único, Balá se caracterizó por la invención de disparatadas frases que luego se repetían incansablemente entre chicos y grandes, pasando de forma indeleble de generación en generación.

Por ejemplo, nada encendía más al público de Carlitos que cuando el ídolo preguntaba eufóricamente “¿¡Qué gusto tiene la sal!?” Y grandes y chicos respondían al unísono: “¡Salaaaado!”. 

Esa frase nació en Mar del Plata en 1969, una tranquila tarde en la que Balá se dio cuenta de que un niño lo observaba especialmente atento, y se le ocurrió decir: “¡El mar! ¿Qué gusto tendrá el mar?”. Al silencio rotundo del nene, Balá insistió: “Ahhh, el mar tiene gusto a sal. Pero, ¿qué gusto tiene la sal?” Y, antes de salir corriendo, el chico le respondió. “¡Pero, qué gusto va a tener la sal! ¡Salada!”, naciendo ese día una marca registrada en el humor infantil de nuestro país, y una frase que atravesó cuatro generaciones.

“El show de Carlitos Balá” fue el programa televisivo más importante del artista.

Si hablamos de uno de los personajes más populares de Balá, no podemos dejar de nombrar a Angueto, el perro invisible. En palabras del mismo Carlitos, la idea surgió en una tienda de Disney cuando el artista se topó con una simple correa rígida y enseguida se le ocurrió el chiste: “Un turista que estaba al lado se asustó y me gustó la idea porque pensé que podía ser un buen personaje. Cuando llegué a Buenos Aires, mandé hacer una correa similar y le puse Angueto por mi hija Laura. Cuando era chica, con mi mujer le decíamos “Anguetita”, una palabra inventada”, contó en una entrevista.

Reconocimientos y un presente colmado de amor

Como no es de sorprender, Carlitos Balá fue homenajeado en innumerables ocasiones. En 2009 fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad por la Legislatura porteña y recibió el Martin Fierro a la trayectoria. 

En 2010 Palito Ortega, Alberto Sileoni, Manuel García Ferré y Andrea Del Boca le hicieron un reconocimiento en conjunto por "haber hecho feliz a una gran cantidad de niños y adolescentes entre las décadas del '40 y '70".  

En 2016, Carlitos Balá visitó al Papa Francisco en el Vaticano y fue designado “Embajador de la Paz” por la Red Voz por la Paz en Roma. En plena pandemia, y con motivo de sus 95 años, referentes del mundo infantil lo homenajearon desde sus casas con un video que repasa sus frases más célebres.

Con motivo de sus 97 años, el artista Alejandro Marmo hizo un mural en su honor nada más ni nada menos que en la terminal de la Línea 39, en Jorge Newbery y Guevara, en Chacarita, lugar que fue su primer escenario artístico.

Marmo, es el escultor que creó el mural de Evita en el ex Ministerio de Obras Públicas sobre la avenida 9 de Julio. Se trata de la serie "los iluminados", que tiene esculturas de Luca Prodan, Gustavo Cerati, Charly Garcia, Mercedes Sosa, Luis Alberto Spinetta, Juan Alberto Badía, Diego Maradona y, ahora, de Carlitos Balá.

Actualmente, Carlitos tiene cuenta oficial de Instagram @carlitosbalaoficial, donde interactúa con su público y comparte su día a día con su esposa Martha Venturiello, sus hijos Martín y Laura Balaá y su nieta.

Además, comparte material junto a otros referentes del público infantil, como Panam y las recordadas Trillizas de oro, y no faltan videos de sus sketches más memorables.