Si hay algo que caracterizó a nuestro país en su historia artística, fueron los nombres que brillaron a la hora de hacernos reír, y los primeros que aparecen en nuestra retina y memoria son Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Juan Carlos Altavista o el propio Tato Bores, pero en esa constelación de apellidos pesados también hay otro que supo darle un toque de simpatía a la televisión argentina: se trata de José "Pepe" Biondi.

Nacido el 4 de septiembre de 1909 en el barrio de Barracas, Biondi provino de un hogar humilde junto a sus padres inmigrantes italianos, José Biondi y Angela Cavalieri y siete hermanos, en un ambiente en donde las carencias se veían de manera cotidiana y que obligó al pequeño José a trabajar desde muy chico.

El circo Anselmi se había instalado en la localidad de Remedios de Escalada, donde habitaba la familia Biondi en ese momento, y con solo siete años participó como aprendiz de acróbata en el espectáculo. Sin embargo, como ocurre siempre en el mundo circense, la troupe comenzó giras por el interior y por espacio de unos cinco años, José no pudo ver a su familia ni saber nada de ellos por la lejanía.

A todo esto, Biondi sufrió en el circo diversas palizas por parte del payaso brasileño Juan "Chocolate" Bonamorte, en lo que supuestamente eran entrenamientos diarios, lo cual derivó en serias lesiones para el futuro humorista que lo afectaron en sus años de adultez.

José Biondi: reencuentro familiar

Años más tarde y tras abandonar el circo, Biondi no solo se reencontró con su familia, sino que comenzó a trabajar de canillita, pero su amor por el humor, acrobacias y el espectáculo hizo que se presentara en circos con payasos legandarios como Napoléon Seth o Peter, y tuviera algunas giras por las ciudades de Montevideo y Buenos Aires.

En 1934 se enamoró de María Teresa Moraca, con la que se casó y tuvo una sola hija llamada Margarita, que estuvo casada con el actor y locutor Pepe Díaz Lastra. Ya en la década da de 1940, Biondi conoció al artista ruso Bernardo Zalman Ber Dvorkin (más conocido como Dick), con quien formó una gran sociedad artística y comenzaron a triunfar en los teatros de Buenos Aires, Chile, España y varios países de Latinoamérica, donde actuaban en casinos, clubes nocturnos, cabarés y teatros, mostrando su humor chistes y volteretas.

El éxito logrado los llevó a Cuba, donde un programa radial los catapultó a la televisión, que desde 1952 hasta casi finales de esa década, tenían un espacio televisivo llamado "El Show de Dick y Biondi" que iba los miércoles por la noche y tuvieron un popular éxito.

Tras un secuestro sufrido en 1958 y posterior liberación a manos de un comando revolucionario, Biondi vuelve a nuestro país e incursionó en el "joven Canal 13" participando en una programa junto a Pepe Díaz Lastra, Mario Fortuna (hijo), María Esther Corán, Armando Quintana, Mario Savino, Lita Landi, Leonor Onis, Carlos Scazziotta, Carmen Morales y una adolescente Luisina Brando.

Un clásico del humor

En abril de 1961, debutó con su programa "Viendo a Biondi" y se destacó con sus breves sketches de humor transparente y alcanzó el pico de audiencia más alto de la historia de la televisión argentina hasta hoy. El programa permaneció durante once temporadas en el aire con gran éxito.

En el verano del 1972, trabajó en Mar del Plata, junto a Carlitos Balá, en el Palacio de los Deportes. Actuó de un viejo payaso, oficio que nunca olvidó y por el que trascendió como artista.

Es allí donde Canal 11, lo convocó para hacer un especial de televisión de dos horas, al que llamó "Biondirama" y que fue emitido el viernes 26 de octubre de 1973 y que nunca más se volvió a ver.

Algunas de sus películas más destacadas fueron "Cándida", "De México llegó el amor", "Flecha de oro", "Mi papá tuvo la culpa", "Me gustan todas", El desastrólogo" y "Patapúfete", y en la radio "La caravana del Buen Humor" dirigida por Tito Martínez del Box.

José Biondi: complicaciones en la salud

Sin embargo, su salud comenzó a desmejorar y como fue un fumador por años, ese vicio le provocó grandes consecuencias en sus piernas, ya que presentaba una claudicación intermitente debido a una artereoesclerosis arterial de los miembros inferiores.

De hecho, en 1966 debió ser operado en la ciudad estadounidense de Texas, donde se le realizó un injerto de la aorta abdominal y debió ser controlado a los seis años de ser efectuado, para lo cual se le realizó una larga intervención de casi siete horas.

El 18 de mayo de 1975 debió ser internado de urgencia en el Instituto del Diagnóstico por una apertura del injerto, aunque la hemorragia no fue mayor, debido a que Biondi recurrió de inmediato a su médico ante los primeros síntomas, aunque falleció por complicaciones el 4 de octubre de ese año, a los 66 años y sus restos descansan en el Cementerio Municipal de Lanús.