Fue galán y uno de los capocómicos más amados de Argentina, pero un gran miedo desencadenó un triste final: la historia de Gianni Lunadei
El actor había participado en decenas de éxitos y estaba en su mejor momento, pero la tristeza lo invadió y se quitó la vida inesperadamente. Todos los detalles de los hechos, en la nota.
Gianni Lunadei fue uno de los actores más populares entre los 70 y 90 porque tenía una versatilidad que pocos tenían, era todoterreno. Se desarrolló en todos los géneros y muchos de sus personajes hicieron historia y quedaron en la memoria colectiva de los argentinos. Si bien tenía todo ganado y mucho por conquistar, el miedo a no trabajar le gano y un día le quitó la vida. Sus 45 años de trayectoria quedaron detenidos y dejo una gran tristeza en el público y sus colegas.
Nacido dentro de una familia pobre de Roma en 1938. Pese a todo el esfuerzo, su infancia fue muy compleja. Su papá era albañil y su mamá costurera, ambos trabajaban día y noche para poder llevar el pan a su casa en medio de la antesala de la Segunda Guerra Mundial. Mientras transcurrían estos momentos duros, el pequeño Gianni disfrutaba del arte de la época, ya que con mucho sacrificio le pagaban las entradas del teatro La Ópera. Poco a poco, se fue sembrando en el nene la semilla de la pasión por la actuación.
Cuando en Europa los hechos se pusieron muy violentos, como muchos europeos, Lunadei y su madre salieron de su pueblo con rumbo a Argentina. En ese momento, solo tenían la esperanza de trabajar de cualquier profesión y poder tener un futuro seguro. Poco tiempo después, también se instaló su padre. A pesar de no hablar en el mismo idioma y no tener las mismas costumbres, la vida en América era tan diferente que el actor nunca quiso volver a su tierra natal. Su amor por esta región salió a la luz enseguida, de hecho, aprendió a hablar castellano en quince días.
Rápidamente, fue anotado en un colegio de Buenos Aires, pero no era muy amante del estudio. Por este motivo, un día decidió ratearse de sus clases para descubrir más la ciudad. Mientras jugaba solo al billar, se le acercó un hombre y lo invitó a ir al teatro. Volver a ese amor de su niñez, le marco su vida para siempre. Desde ese momento supo que quería ser actor y se propuso esforzarse para alcanzar ese deseo. Luego de este evento, se anotó en la Escuela de Teatro de Morón. Sus viejos, sobre todo su papá, no tomaron bien la medida realizada por su hijo, ya que esperaban que fuera profesional.
Poco tiempo después, consiguió su primera participación teatral en "Todos eran mis hijos". Con solo 17 años, pisó por primera vez el escenario del Teatro Cervantes y fue parte del elenco estable de la ópera, "Mozart: El Empresario". Asimismo, fue miembro de la Comedia Provincial, Nacional y el Teatro San Martín. Desde muy joven, cosecho exitos como por ejemplo "Don Juan", "La dama boba" y el mismísimo clásico literario, "Drácula".
Gracias a China Zorrilla incursiono en el mundo de la comedia y le fue excelente. Su gran papel en los 70 fue en Arlequín, de hecho, la crítica celebro su trabajo, lo posiciono como uno de los mejores actores de la época y lo hizo merecedor del Premio Molière. Al ser intérprete nacido en el teatro, su llegada a la pantalla chica no fue fácil. Poco a poco, se fue ganando su lugar y debutó en "Navegantes del génesis". Finalmente, fue catalogado como galán de telenovela con la ficción "Cuarto hombres para Eva".
Una vez que se instala como actor en la TV, realizo muchos programas exitosos. Uno de ellos fue "Mesa de Noticias" y "El Gordo y el Flaco" con Juan Carlos Mesa. También brilló en "Matrimonios y algo más", "Archivo Negro", "Señoras y Señores", entre muchas otras. Además, participó en más de una decena de películas y obras de teatro.
En cuanto a su vida personal, tuvo varios amores y romances. El más conocido es el que mantuvo con la actriz Perla Caron. Además, tenía tres hijos y una hija: Alejandro, Valeriano, Ignacio y Magdalena. Estuvo vigente en el público por más de 37 años seguidos, pero desde muy joven tenía una tristeza muy grande que se relacionaba a la frustración y el trabajo. Antes de su muerte, Lunadei ya había estado internado por un problema psicológico, pero había logrado salir de ese malestar con ayuda de la familia y especialistas.
El 17 de junio de 1998, a los 60 años, Lunadei se quitó la vida en la casa ubicada en Avenida Congreso 3618, barrio de Coghlan. Según se informó, se disparó en la boca con una pistola calibre 32 y murió en el acto. Con mucha tristeza, fue enterrado en el Panteón de Actores del Cementerio de Chacarita y fue recordado en todos los canales. Su historia conmovió al público que lo apreciaba y a los colegas que lo respetaban como uno de los grandes del humor argentino.