El Virus de la Inmunodeficiencia Humana, más conocido como VIH, afecta a casi 140 mil personas en Argentina, según datos del último Boletín de Respuesta al VIH y a las ITS del Ministerio de Salud. De ellas, el 20% desconoce su diagnóstico, a pesar de que el test de VIH es confidencial y gratuito y no requiere orden médica.

En el marco del Día Nacional de la Prueba de VIH, los especialistas destacan la importancia de acceder a un diagnóstico temprano a través del test. Más del 30% de las personas se enteran de que son portadores del virus de manera tardía e inician el tratamiento cuando sus efectos ya son visibles y/o causan complicaciones.

La única forma de saber si una persona contrajo el virus de VIH es realizando un test mediante una simple muestra de sangre. Estas pruebas ayudan a detectar cerca de 5.800 nuevos casos cada año y mejoran la calidad de vida de los pacientes.

En la mayoría de los casos, los anticuerpos contra el VIH aparecen en los 28 días posteriores a la infección. Durante ese tiempo, las personas experimentan el llamado periodo silente, cuando todavía no es detectable en pruebas estándar, y pueden no haber tenido signos de infección por el VIH, pero pueden transmitirlo a otras personas.

El VIH ataca el sistema inmunitario y debilita la defensa contra muchas infecciones y determinados tipos de cáncer que las personas con un sistema inmunitario sano pueden combatir. A medida que el virus destruye las células inmunitarias la situación empeora gradualmente. La fase más avanzada de la infección se presenta con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) que, en ausencia de tratamiento, puede tardar muchos años en manifestarse.

“El diagnóstico temprano es una llave para el control del HIV. Cuanto más precozmente se diagnostique a un paciente y se lo trate, mejor resultado tiene el tratamiento, menos complicaciones habrá a largo plazo y se logra una mayor calidad de vida. Además, la detección permite controlar la carga viral y eso permite que la persona sea menos contagiosa, con lo cual se contribuye al control mundial de la pandemia porque hay menos chance de infección”, afirma el Dr. Daniel Stecher (M.N 55467), Jefe de la Division Infectología en Hospital de Clínicas José de San Martín.

En Argentina se detectan más de 5.800 casos por año. 

¿Cómo se transmite?

El VIH se transmite a través del intercambio de líquidos corporales de la persona infectada, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales. También se puede transmitir de la madre al hijo durante el embarazo y el parto.

No es posible infectarse a través de los besos, los abrazos ni en las relaciones sexuales en las que se usa correctamente el preservativo. Tampoco por compartir vasos, cubiertos, el mate, usar el mismo baño, la cama o la pileta. No lo transmiten los mosquitos, como así tampoco el sudor o las lágrimas.

Prevención

Una persona puede reducir el riesgo de infección por el VIH limitando su exposición a los factores de riesgo. La transmisión puede darse por vía sexual, en cuyo caso es fundamental el uso correcto y sistemático de preservativos masculinos y femeninos durante la penetración vaginal o anal, que además protege contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Los datos demuestran que más del 98% de los contagios son consecuencia de relaciones sexuales sin protección. Si se utilizan de forma sistemática, los preservativos masculinos tienen una eficacia del 85% contra la infección por el VIH y otras ETS.

Asimismo, el contagio puede ocurrir por vía sanguínea a través del intercambio de agujas o jeringas. Todo procedimiento que incluya algún corte o punción debe ser realizado con material descartable o esterilizado. También puede evitarse el contacto con sangre utilizando guantes de látex.

La última vía de contagio es mediante el embarazo, una madre infectada puede –o no- transmitir el virus al bebé. Por eso, los especialistas recomiendan que toda mujer embarazada se realice el análisis de VIH durante el primer trimestre y, si el resultado es positivo, se debe comenzar el tratamiento, seguir las indicaciones médicas y suspender la lactancia materna.

Realizarse la prueba de HIV permite acceder sin demora a los servicios de prevención y tratamiento necesarios en caso de detectarse la infección. “Hoy el VIH se ha convertido en una infección crónica. Con el tratamiento adecuado, una persona con VIH tiene la misma calidad y expectativa de vida que una persona que no tiene el virus. Por eso es fundamental que las personas puedan conocer su serología para luego acceder a un tratamiento que les permita mantener una buena calidad de vida”, destacó Leandro Cahn, Director Ejecutivo de Fundación Huésped.

Los preservativos masculinos tienen una eficacia del 85% contra la infección por el VIH.

Por su parte, el Dr. Stecher asegura que los notables avances en medicina lograron que el VIH deje de ser considerado una enfermedad mortal. "Hoy se trata de una enfermedad crónica tratable con una medicación muy segura, con pocos efectos adversos y en la mayor parte del mundo financiada por el Estado. El problema es que sigue siendo una especie de estigma, la gente sigue teniendo temor al HIV y eso hace que sean algo reticentes a la hora de solicitar un estudio diagnóstico. Por eso es que hoy todavía tenemos cierta resistencia al testeo masivo", agrega el especialista en infectología.

Con motivo del Día Nacional de la Prueba de VIH, Fundación Huésped y el Consejo Publicitario Argentino lanzaron una campaña para promover el acceso al diagnóstico de VIH. Bajo el slogan “Date el pinchazo más importante. Hacete el test de VIH” se busca hacer un paralelismo con los numerosos pinchazos a los que se exponen las personas al realizarse un tatuaje para demostrar su amor, su pasión o para estar a la moda. Sin embargo, no todas se hacen el más importante: el de la prueba de VIH.

Entre las actividades que se llevarán a cabo, el lunes 4 de julio se habilitará espacio de testeo gratuito de VIH y sífilis en la Plaza Houssay con la participación de áreas de salud de los gobiernos porteño y nacional, la Universidad de Buenos Aires y organizaciones de la sociedad civil, con el apoyo de agencias de cooperación internacional.