Existen diversas enfermedades que si bien se sabe que existen, poco se conoce de ellas, ya sea por la falta de difusión o porque no “ataca” a un importante número de personas de una sociedad, y una de ellas es el lupus, que en el 90 por ciento de los casos se observa en las mujeres.

¿Qué es el lupus?

El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune crónica de causa desconocida que puede afectar casi a cualquier órgano del cuerpo. Las alteraciones inmunológicas, especialmente la producción de varios anticuerpos antinucleares, conocidos como ANA, característica destacada de la patología.

Cuando funciona normalmente, el sistema inmunológico del cuerpo de las personas destruye los gérmenes que pueden infectar y las células que podrían convertirse en cáncer. Muchas veces, en lugar de combatir solo estas, el sistema inmunológico comienza a atacar células sanas. Eso se llama respuesta autoinmune y es lo que sucede en el lupus, es decir, si alguien padece lupus, “el propio cuerpo se ataca a sí mismo”.

“En Argentina, si bien no existen datos oficiales, se estima que una persona cada 1.500 padece lupus y el 90% de las afectadas son mujeres de 15 a 45 años, aunque también puede presentarse en hombres y niños”, relató la doctora Valeria El Haj (M.N. 99.291).

Los pacientes que padecen esta enfermedad tienen características clínicas variables que van desde afectación leve de articulaciones y piel hasta enfermedad más grave con alteración de la función renal, hematológica o del sistema nervioso central que puede poner en riesgo la vida de la persona. La variabilidad clínica de esta enfermedad y falta de características de la misma hacen que se convierta en un desafío a la hora de determinar un diagnóstico para el médico. Los pacientes pueden presentar algunas características clínicas de Lupus que pueden parecerse a otras enfermedades autoinmunes, hematológicas o infecciosas.

Lupus: síntomas

En cuanto a los síntomas, los mismos son los siguientes:

1) Cansancio: ocurre en el 80 al 100 % de los pacientes. A veces, esa sensación puede ser incapacitante, aunque su presencia no significa actividad de la enfermedad; está asociada frecuentemente con depresión, alteraciones del sueño y fibromialgia.

2) Fiebre: se observa en más del 50 % de los pacientes con lupus y en la práctica clínica, puede ser difícil distinguir la fiebre asociada con un brote de lupus de otras causas de fiebre. Clínicamente, no existen características específicas que distingan la fiebre por LES de la fiebre por otras causas.

3) Dolor muscular: es común entre los pacientes con LES, ligado con poca frecuencia a la debilidad muscular e inflamación.

4) Cambios de peso: pueden estar relacionados con la enfermedad o con su tratamiento. La pérdida de peso involuntaria a menudo ocurre antes del diagnóstico de LES y puede deberse a la disminución del apetito. El aumento de peso en el LES puede deberse a la retención de agua y sal asociada con la baja albúmina.

5) Inflamación y /o dolor articular: ocurre en más del 90% de los pacientes con LES y suelen ser una de las primeras manifestaciones.

Lupus: ¿Cómo se lo trata?

Existen una gran variedad de medicamentos que pueden aliviar significativamente los síntomas, que serán prescritos por el profesional médico según las necesidades que presente cada paciente. Lo cierto, es que los conocimientos actuales de la ciencia médica permiten un manejo óptimo de la enfermedad, con remisiones durante períodos prolongados y una excelente calidad de vida.

Actualmente, el lupus no tiene una cura y lo más importante es que también puede afectar a cualquier órgano del cuerpo, como la piel, el corazón, los pulmones, los riñones y el cerebro, entre otros.