El suicidio del jugador de fútbol, uruguayo Santiago "Morro" García puso una vez más en evidencia el desconocimiento generalizado que existe alrededor de la depresión. Los medios, las redes sociales y el mundo deportivo se hicieron eco de la tragedia, pero en varios casos, la forma en que se abordó el tema y la falta de conocimiento a la hora de opinar demostraron lo mucho que hace falta concientizar a las personas sobre esta enfermedad.

En primer lugar, es necesario comprender a qué se le llama depresión y cuál es su impacto en el mundo. Según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión se trata de un trastorno mental del ánimo frecuente, que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. Mientras que en América latina afecta al 5% de la población y sin embargo, está subdiagnosticada y muchas veces no es tratada correctamente. De acuerdo al Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM V), los trastornos depresivos son un conjunto de cuadros clínicos en los que predomina el síntoma subjetivo de estado de ánimo deprimido (puede no ser manifiesto) y una reducción del interés.

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La Lic. en Psicología, Mara Fernández (@hablar_sana), explica que la depresión "se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés (abulia) en las actividades con las que normalmente se disfruta o encuentra placer, así como por la incapacidad para realizar las actividades cotidianas, durante al menos un período de dos semanas". De acuerdo a la especialista, hay algunos síntomas que son más comunes que otros. Estos son: pérdida de energía; cambios en el apetito; necesidad de dormir más o menos de lo normal; ansiedad; disminución de la concentración; indecisión; inquietud; sentimiento de inutilidad, culpabilidad o desesperanza; y pensamientos de autolesión o suicidio.

"El trastorno por depresión no discrimina: puede afectar a personas de cualquier edad, género, condición económica, nivel educativo o cultural. Aunque en la actualidad aún no se conocen totalmente la causa o causas que la ocasionan, se han identificado los factores que pueden predisponer a ella. Los mismos pueden ser genéticos, bioquímicos, o situacionales", aclara Fernández.

Diversos estudios neurocientíficos han relacionado a esta enfermedad con la posible existencia de daños en diversas zonas cerebrales. De igual modo, otros estudios mantienen que una baja producción de diversas sustancias producidas por el organismo (neurotransmisores), como la serotonina entre otros, aumentan considerablemente la probabilidad de padecer esta enfermedad.

La psicóloga advierte además que la depresión suele convivir con otras enfermedades como los dolores crónicos, la ansiedad, el estrés, el trastorno obsesivo compulsivo, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos de la imagen corporal y diversas fobias, entre otros. "Cuando se da esta coexistencia el tratamiento se hace más complejo y la ayuda del especialista en salud mental es fundamental. El síndrome depresivo tiene un abordaje múltipledisciplinario: clínico, psicológico, psiquiátrico, sociológico", afirma la experta.