En economía, se denomina inflación al aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios.
En Argentina, la medición oficial de la evolución de los precios está a cargo del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
A grandes rasgos, el Indec mide la variación de los precios minoristas mediante el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
El IPC es un indicador que mide la evolución promedio de los precios de un conjunto de bienes y servicios representativos del gasto de consumo de los hogares residentes en un área determinada.
Hasta julio de 2017, el IPC cubría el Gran Buenos Aires. Desde ese mes, se amplió la cobertura del indicador a todo el país.
Los resultados se obtienen de 39 aglomerados urbanos y se presentan, desde entonces, desagregados para 6 regiones estadísticas definidas por el Indec: Gran Buenos Aires, Cuyo, Noreste, Noroeste, Pampeana y Patagonia. Esta ampliación geográfica implicó que se pasara de recolectar 90.000 precios a unos 320.000.
El Indec también registra la variación de los precios mayoristas. Lo hace mediante el Sistema de índices de precios mayoristas (SIPM), que brinda diversas alternativas de información sobre los precios en esa etapa. El SIPM está compuesto por tres índices: el índice de precios internos al por mayor (IPIM), el índice de precios internos básicos al por mayor (IPIB) y el índice de precios básicos del productor (IPP).
Los datos se obtienen de la Encuesta sobre precios al por mayor, que permite observar, por un lado, la evolución de los precios de los productos destinados al mercado interno -de origen nacional o importado- y por el otro, las variaciones en los precios de los bienes que componen la oferta nacional total, es decir, sin diferenciar si su destino es el mercado interno o externo.