Un policía que estaba fuera de servicio mató a dos ladrones que ingresaron a robar en el negocio de su familia, ubicado en la ciudad de Rosario. El hombre fue detenido pero recuperó su libertad a las pocas horas luego de que se comprobara que actuó en defensa propia.

El hecho ocurrió anoche en el barrio de Fisherton Industrial, cuando dos delincuentes ingresaron a un almacén, negocio familiar vinculado a un efectivo policial de 27 años, quien respondió a los tiros con su arma reglamentaria.

Los malhechores arribaron al local en moto y una vez adentro, amenazaron a los empleados y clientes que había en ese momento para que les entregaran dinero y la recaudación del negocio. En ese momento, el agente que estaba fuera de servicio y vestido de civil decidió intervenir y disparó contra los ladrones para evitar el robo.

Los atacantes respondieron con sus armas y se produjo una balacera que terminó con los dos hombres muertos. En el intercambio de disparos, un vecino de 51 años, que se encontraba frente al local recibió un impacto que le rozó el pecho a la altura del corazón luego de de rebotar en otro lugar. El hombre fue identificado como Fabián Scarzo y se encuentra fuera de peligro.

Su cuñada habló con un medio rosarino y contó: “Escuché gritos y disparos, una vecina gritó que llamen a la policía, entonces me metí a mi domicilio y llamé al 911. Al salir vi dos motos en el negocio de la esquina. Y la hermana de la dueña me dijo ‘nos entraron a robar’. Después vi a un hombre tirado en el piso sin vida. Y había otro muerto cerca del baño”.

“Mi cuñado vive enfrente y estaba tirado en la cocina con un disparo. Llamamos a emergencias y se lo llevó al Heca una ambulancia. La bala le rozó el pecho a la altura del corazón. Los médicos dicen que la bala primero pegó en otro lado, entonces el disparo llegó con menos fuerza. Ahora está fuera de peligro”, detalló la mujer. “Él me contó que el delincuente lo miró y le disparó. Estaba saliendo a la casa de la novia, y cuando salió el delincuente le disparó”, dijo.

El policía declaró en la comisaría y a las pocas horas quedó en libertad. "Se ordenó por haber actuado en defensa propia. Él estaba en su comercio familiar, de civil. Los delincuentes estaban armados", confirmó Adrián Galigani, jefe de la Policía de Rosario.