Por causa de la pandemia de coronavirus que sigue alertando al mundo y expandiéndose en este nuevo año con nuevas cepas, los científicos decidieron fijar el Reloj del Apocalipsis a tan solo 100 segundos del día que significaría la finalización de la raza humana. El año pasado, el citado reloj avanzó 20 segundos por el Covid-19, los especialistas indicaron que se debió a la ineficacia de los gobiernos en la gestión del virus y a su falta de preparación ante las amenazas nucleares y climáticas.

"El mundo ha entrado en un período en el que el peligro es alto y el margen de error, bajo. Si los responsables de la toma de decisiones continúan sin actuar, los ciudadanos de todo el mundo deberían hacerse eco de las palabras de la joven activista climática sueca, Greta Thunberg, y preguntar: ¿Cómo se atrevieron?".

A menos de 100 segundos de sonar la campana de las doce es el horario más cercano al fin del reloj en su historia. Fue creado en 1947 por la ONG Boletín de los Científicos Atómicos para advertir sobre un cataclismo nuclear. Con el paso de los años, se sumaron otras variantes para el fin del ser humano.

Fin del mundo

Por su parte, la presidenta del Boletín de Científicos Atómicos, Rachel Bronson, dijo: "la mortal y aterradora pandemia de covid-19 sirve como una llamada de atención histórica, un claro ejemplo de que los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales están mal preparados para hacer frente a las amenazas de las armas nucleares y el cambio climático que realmente podrían acabar con la civilización".

Para medirlo, el grupo de expertos que marca la hora cada año, está compuesto por personas de primer nivel con 13 premios Nobel en sus filas, creó un reloj simbólico, el Reloj del Apocalipsis (Doomsday Clock), que muestra los minutos que nos quedan hasta la medianoche, es decir, el fin del mundo.Además, participa su presidente es un exgobernador de California llamado Jerry Brown. Tras conocerse el nuevo horario que marca el reloj, Brown les pidió a los jefes de Estado de las grandes potencias:"¡Despiértese!".

"Estados Unidos, Rusia y las potencias nucleares del mundo deben dejar de gritarse entre sí. Es hora de eliminar las armas nucleares, no de construir más. Lo mismo ocurre con el cambio climático: Estados Unidos, China y otros países importantes deben abordar seriamente las emisiones mortales de carbono", argumentó.

Reloj del apocalipsis

El famoso reloj del apocalipsis fue creado después de la Segunda Guerra Mundial, y originalmente apuntaba a siete minutos antes de la medianoche. En 1991, al final de la denominada Guerra Fría, retrocedió 17 minutos antes de la medianoche. En 1953, con los ensayos de la bomba atómica de hidrógeno estuvo a menos de dos minutos para la medianoche, como sucede en la actualidad.

Desalentador

"Frente a este panorama de amenaza desalentador y la nueva tendencia de los líderes políticos a rechazar las negociaciones e instituciones que pueden proteger a la civilización a largo plazo, el Boletín mueve hoy el Reloj del Juicio Final veinte segundos más cerca de la medianoche, más cerca del apocalipsis que nunca", aseguran los expertos. "Al hacerlo, los miembros de la junta advierten explícitamente a los líderes y ciudadanos de todo el mundo de que la situación de seguridad internacional ahora es más peligrosa que nunca, incluso en el apogeo de la Guerra Fría", añade el informe, que presentaron para dar a conocer la noticia del adelanto de los segundos en el famoso reloj.

En una de sus partes se puede leer que los destacados expresaron que hasta hoy, la humanidad continúa afrontando peligros existenciales simultáneos, como por ejemplo "la guerra nuclear y el cambio climático, que se ven agravados por un multiplicador de amenazas, una guerra de información cibernética, que socava la capacidad de respuesta de la sociedad". Y destacaron que en el 2021, la situación de "seguridad internacional es grave, no sólo porque los líderes mundiales han permitido que la infraestructura política internacional para gestionarlos se erosione". Los expertos aseguran en su diagnóstico que los conflictos políticos sobre los programas nucleares en Irán y Corea del Norte "siguen sin resolverse y, en todo caso, empeoran".

Palabras de expertos

Según los expertos de la Organización Meteorológica Mundial, no es en vano que en 2019 se cerró una década de calor global excepcional, "pérdida de hielo y récord de aumento del nivel del mar impulsados por los gases de efecto invernadero que expulsan las actividades humanas". Ante dichas declaraciones, los expertos hablaron sobre la emergencia climática y afirmaron que "en las reuniones climáticas de la ONU el año pasado, los delegados nacionales pronunciaron excelentes discursos, pero presentaron pocos planes concretos para limitar aún más las emisiones de dióxido de carbono que están alterando el clima de la Tierra".

Los expertos, al observar que las agujas del reloj avanzaban cuando se provocaba una amenaza sobre la Tierra, decidieron realizar una encuesta que publicó la Cruz roja Internacional que señalaba que el 54% de los millennials, nacidos después de 1980, cree que se usarán armas atómicas en la próxima década y la mitad teme que a lo largo de su vida habrá un conflicto de escala global: la Tercera Guerra Mundial. Los cinco años en los que se ha registrado una mayor temperatura del planeta han sucedido después de 2015.

Predicciones como para pensar 

Varias personas estaban esperando que se termine el 2020, porque lo denominaron como el peor año de sus vidas. El célebre filósofo del siglo XVI, Nostradamus, inundó sus textos de un pesimismo latente seguramente influido por las desastrosas circunstancias personales que le tocaron vivir (su esposa e hijos murieron a causa de la peste).

Pero hay que tener en cuenta, que varios de sus estudiosos más acérrimos han atribuido que algunos de los versos de su famoso libro "Les Propheties" hablan del 2021… y tiene pinta que será peor que el 2020.

En los textos que hablan del año presente, el famoso filósofo relata que el mundo atravesará una hambruna importante y de la llega de un meteorito que no tiene buena pinta y podría golpear con gran impacto. "Después de un gran problema para la humanidad, se prepara uno mayor", relata el libro

No se licuó la sangre de San Genaro 

En Nápoles, tanto los creyentes como los ateos sienten temor por lo que se viene en el 2021. El susto se implementó en los ciudadanos, luego de que la sangre de San Genaro no se licuara como indica la tradición de cada 16 de diciembre (también cada primer sábado de mayo y todos los 19 de septiembre): este hecho representa un augurio terrible, más allá de que a la pandemia se debió agregar la muerte de su amado Diego Armando Maradona, en noviembre último.

El relicario, que posee la sangre del santo en estado sólido desde hace varios años, es sacudido por el arzobispo o un monseñor frente a los fieles y de manera repentina esta se convierte en estado líquido. Así ocurrió (casi siempre) en las tres veces en que es sacado de su lugar habitual al año, en una capilla de la catedral: el sábado previo al primer domingo de mayo, el día 19 de septiembre, que es su fiesta patronal, y cada 16 de diciembre.

En la ceremonia realizada el 16 de diciembre de 2020, desde la iglesia filmaron la tradicional misa, pero como no se licuó en la primera vez, lo volvieron a intentar, tampoco pasó nada. El cardenal Crescenzio Sepe, que presidía la celebración litúrgica, advirtió: "Rezad al patrón, no nos abandonará".

Por su parte, el antropólogo y divulgador científico local Marino Niola, dijo: "Sé perfectamente que puede parecer difícil, para los observadores externos, comprender una devoción tan incondicionada: el milagro de San Genaro es un símbolo, un punto de referencia, un puerto seguro para cada habitante de la ciudad".

En el pasado, cuando la sangre de San Genaro no se ha licuado, se han producido difíciles situaciones. El fallido milagro (que la Iglesia considera un "prodigio") del 16 diciembre 1835 se tradujo, en 1836, en la epidemia de cólera que azotaba al resto de Europa desde cuatro años antes, causando más de 18.000 muertos. Las primeras veces que la sangre no se licuó ocurrieron grandes hechos que marcaron la historia. En 1527, una plaga asoló la ciudad, mientras que otro gran desastre más reciente se remonta a 1980, cuando un terremoto le costó la vida a 3.000 napolitanos. En noviembre pasado, a la desgracia del coronavirus se sumó la muerte de su máximo ídolo, Maradona, que justamente reemplazó con su nombre el estadio, antes llamado San Paolo.

La tradición nació el 16 de diciembre de 1631. En ese día, la erupción del volcán Vesubio sembró el pánico en Nápoles ante el temor de que la lava repitiera la destrucción que sufrió la vecina Pompeya en el año 79 d.C. En ese complejo momento, los napolitanos se encomendaron a San Genaro sacando en procesión por las calles un busto que contenía su cráneo y el relicario con su sangre. En este acontecimiento, y por eso creen que si no se licúa la sangre la humanidad puede desaparecer o al menos Nápoles, la sangre se licuó y la lava se detuvo justo antes de llegar a la población. ¿Qué deparará el 2021 para la humanidad al ver como se acumulan las predicciones?