OVNIS en Argentina: nuevos detalles del caso "Dique La Florida"
Información exclusiva recibida desde los Estados Unidos, y ahora desclasificada, confirma que el país norteamericano estudió el extraño caso ocurrido en San Luis, en 1978.
Uno de las más emblemáticas apariciones de OVNI en el país, el Caso "Dique La Florida", ocurrido en ese sitio turístico de la provincia de San Luis el 4 de febrero de 1978, año repleto de oleadas de extrañas naves en todo el territorio, sumó un giro inesperado: la Comisión para el Estudio del Fenómeno OVNI de la Rep. Argentina (CEFORA) sacó a la luz nueva información que permanecía desclasificada sobre aquel hecho. Es que ahora sí, se confirmó que la documentación en su momento recibida años atrás por CEFORA de manos de un investigador cubano, es absolutamente real y que por lo mismo, se confirma que el caso lo estudió el mismísimo Joseph A. Hynek, uno de los más destacados estudiosos del fenómeno en Estados Unidos. ¿Por qué llegaron a manos tan importantes este caso?
Aquel fue uno de los casos que más repercusión nacional tuvo, y al que Crónica le dio amplia cobertura y que entre los destacados investigadores del "Dique La Florida" se encontraba el notable Fabio Zerpa. Lo cierto es que la confirmación fue brindada durante la clausura de un nuevo congreso anual que, esta vez en forma virtual, organizó CEFORA.
En un comunicado oficial, dicha entidad informó que apareció un expediente de 37 fojas, del conocido Caso del Dique La Florida. Este extraño hecho, del 6 de Febrero de 1978, se produjo cuando cinco pescadores observaron el descenso de un objeto volador en forma de nave y como de su interior bajó un ocupante, que al acercarse, les dio una señal como de saludo.
Según se indica en el documento, CEFORA había realizado una solicitud, en febrero último, al Ministerio de Seguridad por la actuación de la Policía Federal en casos vinculados a OVNIs y todas las posibilidades que involucren investigación de anomalías aéreas y terrestres. "El expediente menciona la participación de la Fuerza Aérea Argentina, a través un representante de la Base Aérea de Villa Reynolds, San Luis, que presenció la entrevista a los testigos además de acceder a grabaciones, informes y toda pericia hecha para informar a su Fuerza y a los Estados Unidos de América", resalta el documento.
La documentación
Sin embargo, las noticias llegaron desde el país del norte. Luego que se conociera la noticia en un reciente congreso, Crónica dialogó con Andrea Simondini, Directora de CEFORA, quien brindó archivos exclusivos de la desclasificación. Dicha documentación relata sobre imágenes de archivo, escritos policíacos, identikit de las personas que estuvieron presentes en el caso y el expediente completo del caso "Dique La Florida". Pero, lo más importante, quizá, resulte que Simondini explicó una confirmación. "El expediente llegó desde Estados Unidos, del archivo del investigador cubano Virgilio Sánchez Ocejo quien lo recibió de Joseph A. Hynek. Antes de morir Sánchez nos lo había enviado, pero pasado 8 años pudimos certificar que el archivo es copia del original"
El caso "Dique La Florida" fue investigado por la Jefatura de la Policía de la provincia y la delegación de la Policía Federal. El informe redactado por la policía el 18 de febrero de 1978, firmado por el entonces jefe de la Policía, Raúl López; detalla que a las 4:45 del 4 de febrero, a unos 100 metros del club Náutico, un grupo de personas "observaron un OVNI rodeado de una aureola con irradiación fosforescente". Al seguir la lectura del documento, se certifica que la nave se encontraba a 4 metros del suelo y que se desprendía una escalera por donde descendió un ser apariencia humanoide. Líneas más adelante, se menciona que tomaron muestras del suelo para ser analizadas por la división científica de la Policía, junto a la cátedra de Mineralogía dependiente de la Escuela de Geología y Minería de la Universidad Nacional de San Luis, provincia de ocurrió el hecho. Al finalizar, el archivo dice que "no comprobaron radiactividad, magnetismo, ni signos extraños", en las pruebas extraídas de la escena del caso. Los análisis de las muestras se realizaron con la colaboración de personal de la Cátedra de Mineralogía, dependiente de la Escuela de Geología y Minería, de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales. El análisis que fue realizado para determinar de forma cualitativa la presencia de radioactividad, se realizó a través de un detector de radiaciones del tipo Geiger-Müller, y se obtuvieron resultados negativos.
Luego de este resultado, decidieron realizar una nueva prueba mediante una lupa binocular se procedió luego a determinar efectos producidos por la acción del calor, de los cuales obtuvieron también resultados negativos. También fueron practicadas las muestras, análisis tendientes a determinar la existencia de magnetismo obteniéndose resultados similares a los anteriores. Según determinaron las conclusiones, "las rocas sometidas a análisis pertenecen al tipo de roca metamórficas de alto grado, típicas del lugar de origen, las cuales no presentan signos o vestigios de alteraciones producidas por agentes extraños, fundamentalmente radioactividad, magnetismo o aquellas producidas artificialmente por presiones o temperaturas elevadas".
Rumbo a USA
Dichas exposiciones fueron presenciadas por el Mayor Alberto Iannariello, de la V° Brigada Aérea, con asiento en Villa Reynolds, San Luis, quién se hizo presente en el local de esta delegación a tales efectos y a quien se le hizo entrega de las copias de los aludidos testimonios, con el objeto de elevar un informe a sus mandos naturales para su posterior remisión a los Estados Unidos, "según sus manifestaciones", se lee en el documento reservado. Integrantes de CEFORA intentaron contactarse ahora con el Mayor Iannarello, radicado en EE.UU, y dueño de la empresa de transportes y servicios aéreos Dar International CO. de Texas, pero no tuvieron respuesta alguna. Lo que lleva a pensar que desea mantener el secreto de porqué entregó dicha documentación a otro país.
CEFORA accedió a un documento oficial sobre un hecho clave en la historia de la ufología en el país, que investigaron la policía de San Luis, la Federal, e incluso integrantes de la Fuerza Aérea, que llevaron el caso a los Estados Unidos.
¿Quiénes fueron los partícipes?
Los integrantes del día de pesca inolvidable eran seis: Manuel María Álvarez, paraguayo, argentino naturalizado, con 5 años de residencia, soltero, 32 años de edad, empleado en las oficinas de Aerolíneas Argentinas; Regino Salvador Perroni, argentino, 26 años, casado, empleado del Banco de San Luis; Pedro Raúl Sosa, argentino, 32 años, casado, empleado de la Casa de Gobierno de la provincia de San Luis; Ramón Armando Sosa (hermano del anterior), argentino, casado, 39 años de edad, empleado de la fabrica de cerámica San José; Genaro Luis Sosa (hermano del anterior), argentino, casado, 34 años de edad, empleado del Banco Provincia de San Luis; Jacinto Eduardo Lucero, argentino, casado, 24 años de edad, empleado del Banco Provincia de San Luis. Entre los muchos que investigaron que el caso se destacó el grupo de Fabio Zerpa,Lic. Betina Allen; Hugo Quiroga; Lic. Beatriz Bibiloni y Arq. Alberto Radaelli.
¿QUÉ OCURRIÓ EN SAN LUIS?
El 4 de Febrero de 1978, se produce uno de los acontecimientos relacionado a los OVNIs, más importante de la República Argentina. El hecho ocurrió aproximadamente a las 4:45 del día sábado, a unos 100 metros con dirección sur, de donde se encuentran ubicadas las instalaciones del Club Naútico y de Pesca de La Florida. Pedro Sosa, Manuel Álvarez y Regino Perroni observaron una “potentísima luz a sus espaldas, como viniendo desde la orilla. Al darse la vuelta ven un objeto similar a un plato invertido de colores muy brillantes, de tamaño variable, entre 10 y 15 metros de diámetro, flotando a unos cuatro metros sobre una loma. El color o colores del objeto varían según los testimonios”.
Según indicó Sosa, el objeto tenía diferentes colores que giraban llegando al blanco; para Jacinto Lucero, era una luz blanca muy intensa, mientras que para Álvarez y Perroni, el objeto iba dejando una estela luminosa. Los tres testigos que estaban despiertos a aquella hora, cuentan que del OVNI se desprendió una escalera y descendió un “ser”, en dirección hacia el bote, caminando a una distancia de 15 metros. Según indicaron los tres pescadores, el humanoide tenía una altura de entre 1,95 y 2,10 metros, con piel pálida y cabellos cortos de color rubio. Además, indicaron que llevaba puesto un traje plateado escamado brilloso, ajustado al cuerpo, y sobre su cabeza llevaba una escafandra transparente que dejaba ver su rostro y su cabello rubio. Los hombres relataron que el ser esbozó una sonrisa, revelando dientes muy blancos e hizo un gesto con sus manos, con las palmas hacia arriba, como si los estuviese saludando.
¿Por qué se encontraban allí?.
El grupo de amigos deciden ir a pescar y una vez que se posicionan en la balsa de un amigo comienzan a intentar encontrar el pique a las 2:10 de la madrugada. Como les iba mal con la pesca; aburridos, a las 3:30 y con el cansancio de la semana, Genaro y Ramon Sosa, junto con Jacinto Lucero, deciden ir a descansar a unos 5 metros de la borda de la bolsa donde se encontraban Álvarez y Sosa, apoyados en la baranda, mientras Perroni se queda un poco más atrás. Es así como los tres pescadores despiertos siguen la lucha por capturar peces. Ya para las 4:15 Perroni dice haber visto algo pasar por delante de la Luna; Genaro medio que se despierta por el grito de su amigo, pero los dos piensan que se trata de una estrella fugaz. Luego de intercambiar una palabras, Genaro vuelve a dormir , mientras que Álvarez y Sosa siguen junto a las cañas. Media hora más tarde, detrás de la barca, arriba del pequeño cerro distante unos 20 metros, observan una luz intensa que hace que Perroni se tape la cara, y los tres dormidos empiecen a despertar. Álvarez y Pedro Sosa giran hacia atrás sus cabezas y se encuentran con un hecho insólito.
El documento
“El expediente llegó desde Estados Unidos, del archivo del investigador cubano Virgilio Sánchez Ocejo quien lo recibió de Joseph A. Hynek”, dijo Andrea Simondini, y aclaró: “Virgilio antes de morir nos lo envió a nosotras y pasado 8 años pudimos certificar que el archivo era copia del original”.
El identikit coincide casi en forma total con todas las descripciones. “Estaba vestido con un traje brilloso de color plateado; en su cabeza llevaba colocada una escafandra transparente, que dejaba ver su pelo rubio”.