El Vaticano inauguró este viernes su tradicional pesebre en Plaza San Pedro, que este año fue hecho en cerámica por alumnos de una escuela del centro de Italia, y que quedará emplazado hasta el 10 de enero.

El cardenal italiano Giuseppe Bertello, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, encabezó la ceremonia de inauguración del pesebre llegado desde la ciudad de Castelli, en la región de Los Abruzos, y del primer encendido del árbol de Navidad, donado por el Gobierno de Eslovenia.

El pesebre realizado por alumnos de una escuela de Italia. (Gentileza Radio Vaticana Italia)


El pesebre está compuesto por estatuas de cerámica más grandes que las de tamaño natural y representa un símbolo cultural para Los Abruzos, según explicó Bertello.

La obra, en la que figuras tradicionales de la tradición católica se mezclan con otras agregadas por los alumnos, como un astronauta, fue realizada por los estudiantes y profesores del Instituto de Arte "F.A. Grue", la actual escuela estatal de arte para el diseño, que en la década 1965-1975 dedicó su actividad docente al tema de la Navidad.

Hasta el 10 de enero, las estatuas se podrán visitar en la Plaza San Pedro a lo largo de una plataforma luminosa de unos 125 metros cuadrados que rodea, en ligera pendiente, parte del obelisco característico del lugar.

Junto al pesebre está el árbol de Navidad elegido este año por el Vaticano, que consta de un abeto rojo llegado desde Kocevje, un pueblo en la cuenca del río esloveno Rinza, planteó Bertello.

El bosque virgen del que se extrajo el árbol es una de las dos reservas forestales eslovenas, la otra es Sneznik-'drocle (en la región de Notranjska), uno de los 63 sitios de antiguos hayedos primordiales que figuran en la Lista del Patrimonio Mundial de la organización de Naciones Uidas para la Educación y la Cultura, la Unesco.

El astronauta junto a las figuras religiosas. (Gentileza Radio Vaticana Italia)


Esta mañana, el papa Francisco recibió en una audiencia privada a las delegaciones encargadas del pesebre y del árbol y les señaló que "nunca como este año" los dos íconos de la Navidad serán "un signo de esperanza para los romanos y para los peregrinos que tendrán la oportunidad de venir a admirarlos".