La noche de Navidad es el evento familiar más importante del año y, aunque el menú suele robarse toda la atención, la cita del 24 de diciembre se trata de compartir mucho más que una simple cena. La comida de Nochebuena es un momento de encuentro especial con los vínculos y el amor se refleja tanto en los platos como en su presentación y la decoración de la mesa.

La comida tiene el rol principal de las Fiestas (sin contar los regalos de Papá Noel, claro está), pero la ambientación en que se presentan los platos pueden hacer que la Navidad sea un éxito o un fracaso. La decoración de la mesa navideña cumple un rol fundamental para crear un clima festivo y cálido para que todos disfruten.

Al tratarse de una noche especial y con invitados, los detalles decorativos requieren de más esfuerzo que otro evento familiar. Y si bien la atención se centra en el menú, son los objetos y colores los que transmiten el mensaje navideño.

Los más importante es elegir un mantel adecuado. Puede ser de color blanco, con detalles y motivos navideños, o el clásico rojo. En cualquiera de los casos, debe estar planchado y sin manchas, y se le puede agregar algún tipo de protector para cuidar la mesa de los posibles accidentes que puedan surgir a lo largo de la cena.

Las servilletas, por otro lado, pueden tener dibujos de renos u obsequios, también de Papá Noel (un éxito con los más chiquitos) o en los típicos colores rojo y verde. Con ellas se pueden envolver los cubiertos de cada comensal y atarlos con una cinta dorada.

Para la decoración se puede optar por un centro de mesa con flores naturales o artificiales. En caso de elegir las primeras habrà que tener en cuenta si el aroma que desprenden puede opacar el de la comida. Otra opción consiste en rellenar el centro con adornos navideños que hayan sobrado de la preparación del arbolito.

Piñas, velas, adornos del arbolito y lazos son las clásicas opciones para decorar.

Si hay niños entre los invitados se puede armar una mesa aparte y exclusiva para ellos o destinar un sector de una de las puntas para que estén juntos. Por otro lado, la iluminación debe ser la justa, ni demasiada para que no moleste y cree un clima de calidez, ni tampoco muy oscura de forma que ni se vea lo que están comiendo. Asimismo, se puede acompañar la degustación del menú con una suave música de fondo.

Un buen espacio, iluminación y música adecuada lograrán transportar a la familia a una cena de Navidad especial. Por último, marcar con tarjetas festivas cada asiento, cada una con el nombre de los comensales (si son hechas a mano, mucho mejor). Si desean quedar muy bien con los invitados, y el presupuesto lo permite, colocar un pequeño regalo sorpresa en cada plato. Puede ser desde un llavero hasta un jabón con formas navideñas. El secreto está en los pequeños detalles.

Tip musical: para generar el clima navideño perfecto, musicalizá el hogar con el ábum especial de Michael Bublé. Incluye un listado de clásicos realizados por el cantante canadiente, a quien se lo conoce como el nuevo Frank Sinatra.