A la hora de cocinar algo para disfrutar durante la merienda, la mayoría de las personas busca una receta dulce, fácil y riquísima. Un bizcochuelo esponjoso de vainilla nunca falla, ya que es una excelente opción para sorprender a tus seres queridos: se adapta a cualquier contexto y época del año.

El bizcochuelo se obtiene mezclando ingredientes simples como harina, huevos y azúcar. El mayor secreto está en integrar bien todo para lograr que no le queden grumos a la preparación, pero tampoco batirlo demasiado. Aunque algunos consideran que su origen es italiano y otros israelí, con el paso del tiempo se volvió muy popular en casi todo el mundo.

En el proceso se le puede agregar ralladura o trozos de alguna fruta, chispas de chocolate, frutos secos y hasta pasas de uva, según las preferencias de cada cocinero. En este caso, la receta es la más sencilla y rápida que podés encontrar. ¡Seguí los pasos!

Ingredientes para elaborar un bizcochuelo esponjoso

  • 3 huevos.
  • 1 taza de azúcar.
  • 1 taza de aceite (de maíz o girasol).
  • 2 tazas de harina 0000.
  • 1 cucharadita de polvo para hornear.
  • Esencia de vainilla.

Bizcochuelo esponjoso: cómo prepararlo

1. En un bol, romper los 3 huevos y batirlos junto a la taza de azúcar. Para este paso se puede utilizar una batidora eléctrica o simplemente un tenedor.
2. Una vez que se formen burbujas chicas y la mezcla aumente un poco su volumen, agregar la taza de aceite y seguir batiendo.
3. Añadir un chorrito de esencia de vainilla para aportarle sabor.
4. Cuando esté todo unido, dejar de batir y sumar una taza de harina junto con la cucharadita de polvo para hornear. Lo ideal es tamizar los secos para que no queden grumos.
5. Con ayuda de una espátula, integrar todo con movimientos envolventes.
6. Incorporar la otra taza de harina y repetir el proceso.
7. Enmantecar y enharinar un molde, colocar la mezcla en él y llevarla al horno entre 40 y 50 minutos. La temperatura debe estar a 180 grados.

8. Cuando pase el tiempo, pinchar con un cuchillo y, si sale seco, ya está listo. Esperar a que se entibie, desmoldar y disfrutar.

Ahora se debe cortar en porciones para repartir entre los seres queridos. Cabe destacar que, si antes de meterla al horno la preparación queda muy espesa, se le puede agregar un chorrito de aceite. Por el contrario, si está muy líquida, es recomendable sumar un poquito de harina.