Desesperada "movida" de un papá que fue separado de sus hijos
EXCLUSIVO de cronica.com.ar Tiene 25 años, vive en la localidad bonaerense de Florencio Varela y no le permiten ver a sus nenes desde hace dos años. Su lucha tiene una consigna: "Sólo quiero que sepan que papá los ama". Mira todo lo que hace para poder verlos.
Daniel Jiménez Sánchez, de 25 años, se separó de su ex esposa Joana Galan, de 25 años, en 2013. Desde entonces, todas los días lucha por ver a sus dos hijos, Lautaro y Alejandro, a quienes Galán no le permite visitar.
En diálogo exclusivo con cronica.com.ar, Sánchez, un panadero con residencia en Florencio Varela, relató: "Ni bien nos separamos, no quiso compartir la tenencia, los quiere sólo para ella. Y cuando me permitía verlos, era una vez por semana, una hora y afuera del portón de su casa".
"Las veces que nos veíamos, estaban todos sucios, llenos de mugre y piojos. Los vecinos también me dicen que les faltan todas las vacunas. Yo les compro ropa, zapatillas, les doy comida y le pasó el dinero de manutención. No entiendo porque se niega a que pase el rato con ellos", expresó dolido.
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Hace ya dos años, en 2017, el panadero acudió a un abogado del Juzgado N°1 de dicha localidad, el Dr. Natalio Gargiulo, y denunció ante la Fiscalía a la madre de sus hijos por "Impedimento de contacto". De todas formas, Galan aún no se ha presentado: "le mandamos una carta de audiencia hace años y ella no aparece", contó Sánchez.
"Cada vez que voy a verlos, me dice que están enfermos, o que tienen un cumpleaños, o fútbol. Siempre hay alguna excusa", reveló el padre dos. Además, detalló: "Como no podía visitarlos en su casa, hace tres años fui a la Escuela 3 de Varela y la directora me dijo que los chicos ya no asisten al colegio". De hecho, la directiva, Rosa Valenzuela, le firmó un acta para que pueda presentar ante la Justicia.
La desesperación de Sánchez ante dicha situación es tal que empezó a "pegar carteles en las calles del barrio pidiendo de verlos". "A ver si así me escucha y afloja", sugirió.
Aún es más, a comienzos de Junio de este año, en el día del cumpleaños de Lautaro, el único mensaje que le pudo dejar fue con aerosol pintado en la calle de su casa. "Después de llamar a la puerta durante una hora entera y que no me atendieran, les escribí sobre el asfalto para que sepan que papá los ama", contó.
Sánchez manifestó que ya no le quedan opciones ante esta situación. Ha intentado contactarse con Galan, a través de familiares, de redes sociales, y por teléfono y no ha obtenido respuesta alguna. "Soy el padre y me estoy perdiendo de todo, no puedo ni jugar a la pelota con mis hijos, me moví por todos lados", aseguró.
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Al momento, la solución que le ofrecen desde la Fiscalía es "mandar a la Policía a la casa de la mamá y obligarla a presentarse con un abogado en una audiencia". Sin embargo, el Dr. Gargiulo opina que la detención a la fuerza de Galan podría ocasionar "un daño psicológico permanente" para los nenes.
"Yo solo quiero volver a ver la sonrisa de mis hijos, que ellos sepan que papá está acá peleando por ellos", concluyó.