Si esta fuera una partida de ajedrez, la lectura sería simple: en la disputa por una interna familiar entre las hijas de Jorge Lanata y su mujer Elba Marcovecchio, las primeras pusieron en jaque a la abogada.

En medio de la dura internación que vive el periodista y luego de la decisión de “Elbita” de utilizar un poder que para suspender sin goce de sueldo a tres de sus históricos empleados, Sara Stewart Brown, más conocida como «Kiwi», decidió usar un documento clave que ahora le da potestad absoluta sobre las decisiones relacionadas con la vida de Lanata. 

Los tres fueron notificados a través de carta documento, con «argumentos falaces», según notificaron fuentes del entorno familiar. Francisca y Facundo, además, fueron testigos en la demanda de las hijas de Lanata, Bárbara y Lola, cuando solicitaron ser parte de la red de apoyo de su padre por su estado de salud.

Qué dijo Sara Stewart Brown sobre el “super poder” que le dio Lanata

La ex esposa del conductor de televisión comunicó por medio de su cuenta de X que tiene un poder reciproco con Lanata, más amplio legalmente al concedido a Marcovecchio. Este tiene una cláusula de irrevocabilidad, inextinguible para el caso de incapacidad o fallecimiento.

     

"Con la nata tenemos un poder recíproco, el más amplio que puede existir, que incluye la facultad de revocar otros poderes, en especial con cláusula de irrevocabilidad o inextinguibles para el caso de incapacidad o fallecimiento. Así dice expresamente el poder. Nos lo otorgamos mutuamente y lo mantuvimos vigente por la confianza que siempre nos tuvimos y tenemos en la actualidad", aseguró la ex pareja y donante de su riñón. 

De esta forma, Brown dijo además: “decidí usarlo ejerciendo la facultad de revocar un poder en particular. porque ese poder que revoqué se estaba usando para hacer cosas que la Lanata jamás hubiera hecho, contra personas a las que nunca hubiera perjudicado por lo que dejé sin efecto legal”.

“Tengo la certeza que la nata no estaría de acuerdo en que la gente que lo acompañó fiel y amorosamente por más de 20 años y que ya son parte de su familia se queden sin cobrar su sueldo incluso aunque una ley se lo permita. Lanata no piensa ni actuó jamás de esa forma. conozco a Lanata desde hace 28 años. Pasamos 19 de esos años juntos y construimos una relación de mucho amor, respeto y confianza que se extendió más allá de nuestra separación, acompañando las decisiones de cada uno. Él es un hombre valiente y fiel a sus convicciones, que siempre protegió y defendió a sus hijas y no permitiría jamás que alguien les haga daño”, apuntó Kiwi, sobre la disputa mediática que se desató entre Elba y las hijas del periodista.

Finalmente, confirmó: “teniendo un poder mutuo y sabiendo que él haría lo mismo que yo en una situación como esta, no puedo hacerme la distraída. Me sentí obligada por las circunstancias a intervenir. Lo hice todo en regla con la intervención de un escribano e informándose a la justicia de manera inmediata”.