Salir a buscar trabajo en un contexto de crisis económica y con más del 50% de las personas sumergidas en la pobreza no es tarea sencilla. Los desafíos son múltiples: una gran demanda y competencia, salarios que no llegan a cubrir la canasta familiar y condiciones irregulares de contratación. A esto se le suma la discriminación en las búsquedas laborales.

El 86% de las personas afirma haberse enfrentado a una situación de discriminación en un proceso de búsqueda laboral, el dato se desprende de una encuesta de la campaña "Búsquedas irreales", que visibiliza los sesgos existentes a la hora de buscar trabajo en América Latina. En Argentina la percepción de discriminación fue del 84%, en Chile el 88%, en Ecuador del 85%, en Panamá y Perú del 86%.

Entre los hallazgos se identificó que el mayor sesgo es la edad, ya que el 68% de las personas lo ven como el principal motivo de discriminación (Argentina 67%, Chile 66%, Ecuador 75%, Panamá 72% y Perú 67%). Además, se observa que 1 de cada 4 personas cree que el aspecto físico es un factor que influye en la selección de personal. Esta percepción es más predominante en mujeres y personas del colectivo LGBTIQ+.

¿Qué pasa con la maternidad y el género? Una de cada 3 mujeres indica que tener hijos/as tiene un impacto negativo en las posibilidades de contratación y más del doble de las encuestadas que de los hombres sienten que el sesgo de género influye en la selección de personal.

Quienes respondieron la encuesta previamente mencionada, también brindaron testimonios personales de situaciones vividas. Hubo varios relatos en primera persona que reflejaron la problemática. Por ejemplo: “Soy una persona con estudios, responsable y seria; pero con un ‘gran defecto’ para la sociedad: soy gordita. En los avisos ponen buena presencia, pero en realidad se refieren a ‘flacas’". 

En referencia a los sesgos de edad, por ejemplo, brindaron este testimonio: "Me llamaron a una entrevista para un puesto para el que cumplía cada uno de los requisitos, pero cuando se dieron cuenta que tenía 56 años, me dijeron que no cumplía con el rango de edad que el cargo buscaba".

Asimismo, hubo testimonios en relación a la maternidad: "Fui a una entrevista y me preguntaron mi último periodo menstrual, si pensaba tener más hijos (porque claramente ellos no querían eso) y si estaba dispuesta a someterme a un análisis de sangre para verificar mi no embarazo antes del contrato".

1 de cada 4 personas cree que el aspecto físico es un factor que influye en la selección de personal.
1 de cada 4 personas cree que el aspecto físico es un factor que influye en la selección de personal.

"Los sesgos inconscientes afectan todos los procesos dentro de una organización. Hoy elegimos enfocarnos en la búsqueda y selección, dado que es la puerta de entrada al mundo del trabajo y el primer eslabón a abordar en las organizaciones que quieren ser diversas e inclusivas", sostiene Georgina Sticco, directora de Grow- género y trabajo, una de las responsables del relevamiento.

Durante mayo y julio de este año, se publicaron en la plataforma de búsquedas Bumeran, cinco avisos ficticios que mostraban de forma evidente sesgos que se advierten de forma frecuente en las búsquedas laborales. Las publicaciones hacían foco en sesgos respecto a la nacionalidad, la identidad de género, la edad, y otras cuestiones. Por ejemplo, el texto de una de las búsquedas decía: "Abogada sin hijos - Estudio jurídico, modalidad presencial - Especializada en familia, preferentemente sin familia. Sueldo 30% menor al de sus pares masculinos". 

Cuando las personas hacían click en el aviso, se encontraban con la siguiente afirmación: "Esta búsqueda no es real pero las desigualdades sí". En la web se explica que no son avisos verídicos sino piezas ficticias generadas para hacer visibles los sesgos en el proceso de selección y se comparte información sobre los sesgos a la hora de entrevistar y contratar personas.