Día Internacional de la Mujer: "El mercado laboral es en donde más se vulneran los derechos de la mujer"
La socióloga e historiadora Dora Barrancos, una referente del movimiento feminista en el país, habló en exclusiva con cronica.com.ar y analizó las desigualdades que todavía persisten en el ámbito laboral.
"El mercado laboral es en donde más se vulneran los derechos de la mujer ", sentencia Dora Barrancos, socióloga, historiadora y símbolo del movimiento feminista en la Argentina , en diálogo exclusivo con cronica.com.ar, en la conmemoración de un nuevo 8 de marzo.
Las desigualdades de género están presentes en todos los alrededores de la vida. En el período de formación educativa, en el acceso al empleo formal, en la brecha salarial y se manifiesta con discriminación en el ámbito de trabajo. La visibilización de estas inequidades entre hombres y mujeres, y los avances en derechos laborales son, en gran medida, resultado de las diferentes luchas que feministas como Barrancos se pusieron al hombro .
En el Día de la Mujer, la investigadora del CONICET habló con Crónica y analizó las problemáticas que todavía persisten en el sector, pese a los cambios sociales que ocurrieron en las últimas décadas, las políticas que contribuyen a la inserción laboral de las mujeres y la conquista de nuevos espacios que históricamente fueron masculinizados.
El mercado laboral está "segmentado en ocupaciones, en actividades, segmentado en salarios, en las oportunidades. La situación es anticonstitucional ", advierte Dora.
Se trata de una realidad que nació con el desarrollo del sistema patriarcal, cuando las funciones del hombre y la mujer se hicieron tajantes. "Se impuso la norma según la cual las funciones femeninas deben ser mucho más reproductivas; se sostuvo, con rotunda aceptación hasta hace poco tiempo, que las labores a cargo de las mujeres no pudieron ser otras que el cuidado de la descendencia y la atención del cónyuge, y que en todo caso se debían a la vida doméstica. Las sociedades tornaron incuestionable que las mujeres debían parir, criar y asistir", detalla Barrancos en su publicación "El Mercado Sexista".
Estereotipos y limitaciones
La mayoría de las actividades relacionadas con la mujer se basan en el estereotipo del cuidado y la asistencia. Prueba de esto es el largo desempeño como empleadas del servicio doméstico –entre las menos calificadas– y en los servicios educativos y de salud para las que pueden acceder a una mejor educación formal .
"Hay grietas tremendas, lugares reservados exclusivamente para los varones, como ocurre con los puestos de liderazgo. Mientras que los cargos del sector de servicios, salud, educación, cuidados personales permanecen vinculados a las mujeres", profundizó la socióloga. "Hay una gran brecha por actividad basada en estereotipos. Que las mujeres no puedan realizar ciertos trabajos por considerarlas menos fuertes es tan absurdo. Es una construcción tan antojadiza y patriarcal", sentencia la también autora de "Los feminismos en América Latina".
Brecha salarial
Si bien hubo una reducción de la brecha salarial por género en términos interanuales, en el tercer trimestre del 2022, "los varones percibieron un 24,6% más de ingresos personales y un 22,8% más de ingresos por ocupación principal que las mujeres", de acuerdo a la última Encuesta Permanente de Hogares, realizada por el INDEC.
En el caso del empleo formal, la brecha de ingresos fue de 16,5%, mientras que en el mercado informal, subió a 34,6% .
“En las actividades de mayor complejidad, las mujeres con mayor calificación formal están logrando un achicamiento de la brecha salarial. Hace 40 años era una novedad, la brecha era mayor entre varones y mujeres por alta calificación”, señala Barrancos. "Hace 25 años atrás decía que 'hay que ser muy educada para ganar menos que un varón'. Ahora esto cambió, la brecha salarial es mayor en los puestos de menor calificación. Una mejor formación abre la puerta a mejores oportunidades en el mercado laboral", agrega la historiadora.
En nuestro país, las mujeres poseen mayor educación formal, "su proporción es mayor entre quienes terminan el nivel secundario, y también son mujeres quienes en mayor medida completan la formación universitaria; y si esto fuera poco, son las mujeres quienes ostentan los mejores promedios en dos ciclos educativos", detalla la investigadora y a su vez reflexiona: "¿Cómo podría sostenerse que hay menor calificación entre las mujeres?" .
Cambios en la estructura educativa
Las atribuciones de género también atraviesan el ámbito educativo, donde la falta de perspectiva es un problema que afecta a las futuras generaciones. "La formación aumentada del estereotipo se debe a la socialización primaria del hogar y a la socialización secundaria, donde se refuerzan estas ideas. No ha habido cambios en la estructura curricular que efectivamente den lugar a la perspectiva de género en este ámbito. Esta es la gran deuda pendiente", asegura Dora.
Existe una dificultad especial de acceso al mercado laboral de mujeres jóvenes; por ello, "son necesarias políticas de empleo vinculadas a la educación y dirigidas a reforzar las probabilidades de que las jóvenes encuentren un trabajo" , dice la líder feminista.
"Ahí el Estado puede hacer mucho, con incentivos fiscales y con una serie de medidas que pueden incentivar el trabajo femenino. Hay que hacer mucho por la calificación técnica de las mujeres, animarlas, pero para lograrlo hay que tener compromiso del Estado para, por ejemplo, sostener becas estatales y ofrecerlas también en segmentos superiores”, agrega.
Barrancos se muestra optimista de cara al futuro, la socióloga que es referente de las nuevas generaciones de feministas ve en ellas la profundización de un cambio más igualitario en materia de género. "Las mujeres ya no son las de antes, ha crecido el sentimiento insurgente en la subjetividad de las mujeres, ya no se tragan las mismas cosas".
"Estoy segura de que mis nietas, que ya vienen con otro chip felizmente, están pensando en fórmulas más equitativas, más democráticas, más paritarias de vida. Apostamos a que esos cambios, que quizás no son tan visibles, se transformen en grandes transformaciones y generadores de políticas públicas”, concluye Barrancos.