Brilló en "Chiquititas", protagonizó grandes obras de teatro y se volcó de lleno a la política: ¿Qué es de la vida de Alberto Fernández de Rosa?
A sus 78 años, el actor Alberto Fernández de Rosa tuvo una vida mucho más que agitada. Se exilió durante la dictadura, tuvo dos matrimonios y logró combinar sus dos pasiones en su ciudad, Ingeniero Maschwitz. Conocé más detalles de su historia, en la nota.
El flamante actor Alberto Fernández de Rosa marcó distintas generaciones con sus distintas y miles de apariciones en televisión. Muchos lo recordarán por sus actuaciones en Mesa de noticias, Grande Pá!, Chiquititas y Violeta.
Sin embargo, su carrera no se limitó únicamente a las telenovelas en la pantalla chica, sino que además trabajó en varias oportunidades en cine y en teatro.
Antes de pandemia, el actor hizo teatro presentando Edipo Rey de Sófocles en el Cervantes con gran éxito. Filmó una película llamada Máquina para ver el alma de Laura Monserrat, que es directora de documentales y científica del Conicet.
El artista se encuentra muy activo a sus 78 años y, además, disfruta de su familia y de su labor como concejal escolar y director de un centro agrario en Ingeniero Maschwitz, donde vive desde hace treinta años. Además, trabaja con propuestas teatrales en dicha ciudad.
En una entrevista a La Nación, contó que quería ser actor desde los 11 años. Luego de su actuación para tiras infantiles, comentó que llevó a su nieta a las clases de circo y se le acercaron sus compañeritas que lo reconocieron porque ven Chiquititas por Internet. "Es una experiencia muy particular", relató.
Sin embargo, no todas fueron épocas de oro en su carrera, ya que durante la dictadura militar, Fernández de Rosa tuvo que exiliarse a España. "Estaba prohibido y no podía trabajar. El extrañamiento es horrible: una cosa es irse por decisión propia y otra, obligado. La experiencia del exilio es tremenda", confesó, y continuó: "Cuando volví seguía prohibido, pero hice un espectáculo para chicos en Mar del Plata, fuera del circuito oficial".
El hombre también tuvo un costado muy marcado por la política. Siempre fue peronista y militó por el partido, aunque en su casa no apoyaban la ideología.
"Me crié en una casa en la que mi padre era socialista democrático, no era tremendista, era docente, de razonar, de hablar. Y mi madre era antiperonista, pero respetaba mucho la figura de Evita, y era muy conciliadora y muy cristiana. Era un hogar anti peronista, pero no gorila", relató.
Además, trabajó como director General del Centro Cultural San Martín, jefe del Departamento de Arte de la Universidad de Buenos Aires, y Subsecretario de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. También fue candidato a Senador por el Frente para la Victoria y actualmente es concejero escolar y desde hace diez años, Director de un Centro de Educación Agraria, una institución del Estado Provincial que da cursos con certificación del Ministerio de Educación y salida laboral.
En cuanto a su familia, tuvo tres hijos: Valentina, fallecida el año pasado, llegó del primer matrimonio que tuvo con Cristina Banegas. Ella le dio dos nietos, Martín y Sofía. Y de su último matrimonio con Marta López Pardo, tienen dos hijos: Francisco y Guadalupe, que también tiene dos nietos, Tomás y Rita.