A los 34 años, Tamara Castro se había ganado un lugar indiscutible en la nueva generación del folclore argentino. Su carrera, hecha a fuerza de recorrer el país en giras importantes y de las otras, en los grandes festivales y en las peñas de entre casa, estaba definitivamente encaminada.

En 2006, en el certamen Cosquín de la Canción, la joven había recibido el premio a la mejor interpretación por "Paradoja", de Jorge Mlikota.

Ya era invitada permanente de Cosquín, y en el verano del 2007 la esperaba además el debut en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Tenía una voz clara y firme, una sonrisa generosa y una forma de adueñarse del escenario muy parecido al de Soledad Pastorutti, que combinaba con la guitarra siempre a mano, el sombrero criollo y una solidez que ni siquiera se intimidaba ante la presencia arrolladora del Chaqueño Palavecino.

Historias como la suya serán contadas esta noche en el capítulo estreno de Las nuevas tragedias de los famosos, a las 21.30, por Crónica HD. El programa que dedica su espacio a repasar la trayectoria y las últimas horas de las personalidades que marcaron a una generación es conducido por Chiche Gelblung y cuenta con la participación especial de Marco Bustamante.

El viernes 8 de diciembre del 2006, en la ruta provincial 13, a 40 kilómetros de la ciudad santafesina de Rafaela, la atrapó el trágico destino que se llevó a tantos de nuestros músicos. Tamara Castro había tocado hasta la madrugada en el Festival la Fortinera en Humberto Primo, y con apenas unas horas de sueño, había emprendido viaje para llegar a tiempo para actuar esa noche en Chivilcoy.

La camioneta que manejaba su marido, Sergio Dorado, chocó de frente contra un auto. Hubo 5 muertos: el chofer del Fiat Palio, las tres mujeres que iban con él, y Tamara Castro. El esposo de la cantante y los 4 músicos sufrieron traumatismos leves. Uno de ellos declaró que en el momento del accidente venían tomando mate, al conductor se le cayó el agua hirviendo y por eso volanteó bruscamente, sin poder evitar chocar contra el auto que venía la otra mano.

La cantante estaba viviendo un excelente momento personal y profesional tras los meses difíciles en los que intentaron mediatizar el trámite de divorcio con el padre de su hija Thais, Osmar Bornes, marido de Valeria Lynch desde el 26 de abril de 2008. Ella, que no basó su carrera precisamente en el escándalo, solo habló a través de sus canciones.

La muerte la encontró de gira por las rutas argentinas mientras promocionaba “Vital”, el último de sus seis discos. Tamara Castro estaba disfrutando la cosecha después de 17 años de haber hecho patria con su voz.