La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no puede utilizarla de manera eficaz, y que aumentó en los últimos años.

Además, esta enfermedad puede producir complicaciones como infarto del miocardio, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal, amputación de miembros inferiores y neuropatía, pero a su vez, las personas con diabetes presentan mayor riesgo de desarrollar enfermedades oculares graves que dañan los vasos sanguíneos de la retina. Una de estas afecciones es el edema macular diabético (EMD), una enfermedad de la retina que se desarrolla como consecuencia de esta patología.

Opinión calificada

“La retina se encuentra formada por 10 capas muy finitas de células que tapizan al ojo en su cara interna, y es la parte encargada de recibir el estímulo visual, la imagen, y trasladarlo mediante el nervio óptico hacia el cerebro. El edema macular diabético consiste en un engrosamiento de la retina, generado por la acumulación anormal de fluido en el espesor de la misma. En el curso de esta enfermedad, la mácula es la parte de la retina responsable de la visión central y de los detalles se inflama y acumula líquido. Normalmente, esto sucede como consecuencia de los cambios metabólicos secundarios provocados por el mal control de la glucemia en personas con diabetes”, relató el doctor Mariano Irós, presidente de la Sociedad Argentina de Retina y Vítreo (SARyV y M.P. 24070).

Cabe destacar, que el control clínico inadecuado de la diabetes aumenta el riesgo de desarrollar edema macular diabético. Se calcula que aproximadamente el 9% de la población mundial es diabética, y de este porcentaje, el 6% presenta EMD.

“El edema macular diabético es hoy la principal causa de pérdida visual de moderada a severa en pacientes diabéticos de entre 40 y 65 años a nivel mundial”, agregó el profesional. Lo cierto, es que los pacientes que desarrollan esta enfermedad ven fuertemente impactada su calidad de vida, dado que sus principales síntomas son visión borrosa, distorsión y pérdida progresiva de la agudeza visual.

Con respecto al tiempo que suele transcurrir desde el diagnóstico de diabetes hasta la aparición del EMD, el doctor sostuvo que es muy variable: “El EMD puede estar presente en cualquier estadio de la enfermedad diabética. Hay pacientes que cuentan con un diagnóstico desde hace 10 o 15 años y no presentan EMD. Otros, por el contrario, presentan EMD al poco tiempo de haberse detectado diabetes”.

Cabe destacar, que el daño se desarrolla paulatinamente y en forma acumulativa, cuanto más elevados los niveles de glucosa en sangre del paciente, más rápido aparecen los daños en la vista. Por tal motivo, la prevención de esta condición está asociada a la prevención de la diabetes como patología de base. Es necesario que los pacientes con diabetes tengan los controles adecuados asociados a la misma y, a su vez, que consulten periódicamente con un oftalmólogo para detectar de manera precoz la aparición del edema.

Edema macular diabético: ¿Cómo se la aborda?

Una vez detectada, es importante comenzar con tratamientos para evitar que empeore la condición del paciente: “Actualmente, contamos con diferentes opciones terapéuticas para tratar el EMD, que reducen el daño y disminuyen el riesgo de progresión. Entre estas opciones se encuentran las inyecciones intravítreas de corticoides, las inyecciones intravítreas de drogas antiangiogénicas, la fotocoagulación láser y la cirugía. Lo que se indique en cada caso va a depender de las características clínicas o específicas de cada paciente”, agregó el facultativo.