El presidente Alberto Fernández se reunió con su par italiano, Sergio Mattarella y luego mantuvo una reunión de trabajo con el titular del Consejo de Ministros, Mario Draghi. Lo hizo como parte de la última escala de su gira por Europa, en la que horas antes había sido recibido por el papa Francisco en el Vaticano.

El jefe de Estado argentino compartió un almuerzo con Mattarella en el Palacio del Quirinale, ubicado sobre una de las famosas siete colinas de Roma. Allí también estuvo la delegación argentina, integrada por la primera dama Fabiol. Yañez; el canciller Felipe Solá; el ministro de Economía, Martín Guzmán; los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi; y de Culto, Guillermo Oliveri; además del embajador en Italia, Roberto Carlés.

Un lugar con historia

El lugar elegido por Mattarella para ofrecer el almuerzo fue el Salón de las Fiestas, uno de los principales sitios de gala de la capital italiana; sede de los juramentos de cada Gobierno, y que desde finales del siglo XIX que tiene incuso un lugar disponible para recitales de orquestas.

Así, los ministros de Exteriores, Felipe Solá, y de Economía, Martín Guzmán, y el embajador en Italia, Roberto Carlés, pudieron contemplar una de las habitaciones más espectaculares del edificio que el papa Gregorio XIII mandó a construir en 1.583 como residencia de vacaciones y que tiene 1.300 habitaciones.

Luego del almuerzo, Alberto Fernández se dirigió al Palacio Chigi de la ciudad de Roma, para mantener una reunión de trabajo con Draghi. En el encuentro también estuvieron Solá y Guzmán, y los secretarios General de la Presidencia y de Asuntos Estratégicos.