Este viernes, el Gobierno Nacional oficializó la suba del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que que empezará a regir el primer día del mes próximo. En consecuencia, esta suba tendrá un efecto directo en el precio de las naftas y el gasoil.

La medida se hizo oficial a través del Decreto 770/2024 y establece que estos montos regirán durante todo el mes de septiembre. “Con el propósito de continuar con la finalidad perseguida a través de los decretos anteriormente señalados, resulta necesario, para los productos en cuestión, diferir parcialmente los efectos de los incrementos que resultarían aplicables a partir del 1° de septiembre de 2024″, indicaron en la resolución firmada por Ministro de Economía, Luis Caputo y por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.

En los meses previos, el Gobierno había decidido aplicar aumentos parciales para tratar de atenuar el impacto sobre la inflación general, lo que provocó un retraso en ambas cargas tributarias. De acuerdo con la consultora Economía y Energía, si se aplicara de una sola vez todo el retraso que existe a nivel impositivo, los combustibles subirían un 19.5%. Así, el litro de nafta súper se incrementaría de $992 a $1.1190,10 en la Ciudad de Buenos Aires (CABA).

A principios de agosto, la suba fue del 3 por ciento, puesto que este porcentaje comprendía la actualización del 1 por ciento y la devaluación del dólar oficial del 2 por ciento. En esta oportunidad, fue de cerca del 3% a nivel nacional y con este aumento todas las variedades de combustible en la Ciudad de Buenos Aires superarán los $1000 por litro.

De esta forma, quedó en evidencia que la prioridad del ministro de Economía es apuntalar la desaceleración de la inflación aunque eso implique resignar recaudación, en el marco de una situación fiscal que, sostiene, da margen para recalibrar el ajuste.

En tanto, los surtidores en CABA registraron dos incrementos en menos de dos días, puesto que la petrolera de mayoría estatal YPF aplicó una suba inesperada en las últimas horas para las estaciones de servicio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), en un intento de acercar los valores al resto de los surtidores del resto del país. La suba fue del 5,4 por ciento.

Por último, desde que asumió Javier Milei, el valor de los combustibles aumentó 135% en los primeros siete meses del año, muy por arriba del 86% de inflación acumulada. Esto se explica por el aumento de los impuestos al sector, los cuales estaban congelados por el gobierno anterior desde 2020 y por el atraso que tenían los precios anteriormente.