El programa Precios Justos, que entró en vigencia en noviembre del año pasado, parece tener un impacto más acotado en los almacenes y comercios de cercanía, lo cual se ve reflejado en que los productos que forman parte del acuerdo son más caros que en los supermercados e hipermercados.

De acuerdo con un informe de la consultora privada Ecolatina, entre los autoservicios y los supermercados se detectó que el agua registra una brecha de alza de 10 puntos: los fideos, 9 puntos; la leche, 7 puntos y los yogures, 6.

El relevamiento indicó que estas diferencias de precios se vieron más marcadas durante diciembre y enero, cuando no hubo actualizaciones en los precios que estaban congelados. Este fenómeno no sucedió en noviembre y febrero, donde sí subieron 4% y 9%, respectivamente.

Al mismo tiempo, el informe remarcó que esta brecha entre los aumentos de productos de consumo masivo que forman parte de Precios Justos que se venden en supermercados y en comercios de cercanía o autoservicios, afecta principalmente a los sectores más vulnerables.

La consultora sostuvo que, si bien el programa logró cierto impacto positivo, no consiguió tener la misma repercusión en hogares con menores ingresos, ya que son sectores que casi no compran en supermercados y destinan un mayor porcentaje de sus ingresos a bienes de primera necesidad, que consiguen en comercios de cercanía, donde los precios han aumentado más.

Durante los meses que transcurrieron desde la vigencia de Precios Justos, Ecolatina asegura que la inflación en el consumo masivo se desaceleró: pasó de promediar 6,9% en septiembre y octubre a 4,8% entre noviembre y febrero. En febrero registró 4,7%, 1,6 puntos porcentuales por debajo del promedio del trimestre septiembre-noviembre, previo al acuerdo.

"Ahora bien, mientras que en el canal moderno (supermercados, hipermercados) se observó una mayor incidencia del programa, en el canal tradicional (almacenes, pequeños comercios de cercanía) -no cubierto por el acuerdo y con menor trato directo con el Gobierno- el aumento de precios de los productos atravesados por Precios Justos fue mayor", precisó el informe.

Precios Justos: cómo fue el impacto del programa en los últimos meses

Pese a la diferencia respecto de los almacenes, el desempeño del consumo viene aumentando en las grandes cadenas de supermercados. Según el relevamiento, en 2022 el consumo en los supermercados trepó 3,1% interanual, mientras que en autoservicios independientes subió 0,8%. Esta diferencia se fue agudizando en los últimos meses: en enero, las ventas en supermercados subieron 7,8% interanual y cayeron 9,1% en autoservicios.

El programa Precios Justos entró en vigencia en noviembre 2022 y fijó los precios de alrededor de 1.800 productos de primera necesidad por 120 días. Además, aplicó un tope de aumentos de 4% para el resto de los artículos de consumo masivo que se venden en grandes cadenas de supermercados. A principios de febrero, el acuerdo se renovó y amplió: la pauta de aumentos mensuales bajó al 3,2% hasta junio e incluyó a más de 500 empresas.

En este contexto, cabe recordar que, según la última Encuesta de Gasto de los Hogares, solo el 15% de los hogares más pobres compran sus alimentos y bebidas en supermercados, mientras que ese porcentaje crece a 45% en los hogares de mayores ingresos.

"Los sectores más pobres de la sociedad no sólo gastan un mayor porcentaje de sus ingresos en productos de consumo masivo, sino que tienden a utilizar menos las grandes superficies: según la última Encuesta de Gasto de los Hogares los hogares del 10% de menores ingresos destinan sólo el 15% de sus gastos en alimentos y bebidas al canal moderno, mientras que ese porcentaje crece a 45% en los hogares del 10% de mayores ingresos", concluyó el informe.