Después de realizarse el primer debate presidencial en la ciudad de Santiago del Estero, algunos de los candidatos parecieron aprovechar la situación y otros no tanto. Es por eso que el encuentro que tendrá lugar este domingo en la Facultad de Derecho de la UBA puede ser la última oportunidad para todos de captar votos de indecisos o "arrepentidos".

Una de las candidatas a sentarse en el "sillón de Rivadavia" es Patricia Bullrich, la referente de Juntos por el Cambio (JxC), quien está preparando una estrategia para "combatir" en el frente a los otros candidatos de peso que estarán en la "arena política": Sergio Massa por Unión por la Patria (UxP) y Javier Milei (La Libertad Avanza, LLA).

Lo cierto, es que Bullrich llegará al debate de la Facultad de Derecho de la UBA acompañada por una comitiva de 30 personas (máximo que puede llevar cada candidato), en donde se destacarán las presencias de Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Maximiliano Pullaro, Néstor Grindetti y Jorge Macri, entre otros.

“Entré con una pata rota a la cancha porque estaba totalmente engripada, con fiebre, todos los oídos tapados y una situación complicada”, se excusó Bullrich al comenzar a hablar ante 500 jóvenes del PRO, el lunes pasado. En sintonía con ella, sus colaboradores admitieron que tuvo “problemas” al hablar sobre Economía y no haber sido más punzante contra Massa, pero la atribuyeron al estado gripal que sufría. “Tenía 5 botellas de agua debajo del atril porque se le secaba la boca a cada rato”, explicaron. Ahora, advirtieron, todos saben que el debate en la Facultad de Derecho de la UBA será una enorme oportunidad de revertir la imagen que dejó.

Patricia Bullrich: apuntando a los contrincantes

Más allá de algunos “mini-ensayos” que hizo durante la semana, aseguran que Bullrich dejará aflorar su instinto en el debate del domingo, aunque aceptó informes que le pasó su entorno, por ejemplo, con datos “precisos” sobre “el pacto de Milei y Massa” y nuevos detalles del acuerdo entre Luis Barrionuevo y el candidato libertario que utilizará para arrinconar a sus máximos adversarios.

Dicen que tampoco dejará pasar la situación judicial de Cristina Kirchner y el escándalo de Martín Insaurralde en el yate de Marbella, un tema que Bullrich mencionó el domingo, pero en el que no insistió “por culpa de la gripe”, señalaron cerca de ella.

Al mismo tiempo, mostrará una faceta más combativa contra Milei, como sucedió este jueves en Mar del Plata, luego de hablar en el Coloquio de IDEA, cuando Bullrich le apuntó al líder de La Libertad Avanza por su “aventurerismo e irresponsabilidad” al proponer ”simultáneamente liberar la portación de armas y las drogas y eliminar las acciones de prevención y atención de los jóvenes adictos”.

En tanto, si el debate anterior suponía un riesgo temático por el antecedente de errores que cometió Bullrich al hablar de Economía, a su lado creen que a este segundo episodio llega con una ventaja: el primer eje de la noche es Seguridad, en el que no solo podría apelar a su experiencia como ministra nacional, sino apuntarle a Massa por la inseguridad durante el Gobierno del que no solo es parte y si no hoy conduce.

Lista para el debate

Por otra parte, en el bullrichismo justamente destacan que la candidata recuperó la salud y su capacidad de pasar a la ofensiva, como demostró en su presentación ante los empresarios de IDEA, donde se mostró firme al hablar sobre economía y logró entusiasmar a los presentes: la aplaudieron 8 veces en 40 minutos. Cerca de la candidata de JxC hacen hincapié en que ese discurso se pueden encontrar algunos ejes de lo que dirá en el debate de este domingo, como las dificultades del plan económico de Massa.

Bullrich sabe que, más allá del debate, tiene por delante 15 días de campaña que serán decisivos y todavía tiene que coordinar el discurso y la estrategia final con Mauricio Macri. En el sector bullrichista admiten que la ex ministra de Seguridad “se equivocó” al replicar las afirmaciones del ex presidente ante estudiante de Harvard, cuando dijo que espera que Juntos por el Cambio “apoye cualquier reforma razonable” que impulse. Bullrich reavivó las tensiones internas al opinar: “Estamos en el medio de una pelea electoral y no me parece que en este momento podamos discutir eso porque justamente nuestra fortaleza en esta contienda electoral es nuestra capacidad parlamentaria”.

Después de ese cruce, Bullrich lo llamó a Macri y, “aclararon el episodio y lo dieron por terminado”. Aun así, el ex mandatario habló al día siguiente en un encuentro sobre infraestructura en Guatemala, donde volvió a respaldar a la candidata de JxC, pero no contestó una pregunta del moderador de la charla sobre si apoyaría a Milei en caso de que gane las elecciones.

De todas maneras, para despejar las dudas, dijo que Bullrich “es la persona para liderar un momento tan difícil de la Argentina, no sólo por su carácter y su honestidad sino porque tiene un equipo detrás”, mientras que Milei tiene el apoyo de “cero gobernadores”, por lo que le resultará “muy difícil” gobernar “por más que tenga buenas intenciones de querer llevar adelante un cambio”.