El conflicto en Textilcom sigue sin resolverse. Ya han pasado 55 días desde que los trabajadores tomaron la fábrica, ubicada en el parque industrial El Pantanillo, en Catamarca, luego de descubrir que los insumos y las maquinarias estaban siendo embalados sin previo aviso. Esta medida desesperada fue una respuesta al cierre repentino de la planta que dejó a 134 empleados sin trabajo. Desde entonces, los operarios han estado custodiando las instalaciones.

En el mes de mayo, Carlos Vilariño, CEO de Textilcom, cerró dos plantas textiles en Catamarca y La Rioja, dejando a más de 260 trabajadores en la calle. El empresario adeuda salarios y no ha pagado los préstamos que solicitó para comprar las máquinas. 

A raíz de esto, los empleados de la planta de Catamarca decidieron tomarla, pidiendo que la reabran y les paguen los sueldos e indemnizaciones adeudadas. Trabajaban para las marcas Cheeky y Como quieres que te quiera, entre otras.

"Hace 55 días que estamos ocupando la fábrica. Se hace un poco más duro ahora por el tema de que está frío. Pero bueno, tenemos caloventores, estufas. Con eso estamos, porque si no, no lo aguantamos. Está muy fuerte el frío", relató Vanesa Jerez a Cronica.com, una de las trabajadoras de la fábrica, quien hoy se presentará en una asamblea en el salón Auditorio del Anexo de la Cámara baja del Congreso de la Nación, realizada a raíz de los despidos en todo el país.  

Y agregó: "Mis compañeros, algunos consiguieron trabajo ya, pero la mayoría se mantienen con changuitas. Y ahora comenzamos a cobrar el fondo de desempleo, que no todos lo cobraron. Estaban viendo si se tramitaba una ayuda para esas personas, porque imaginate, tres meses, ya casi cuatro meses sin un ingreso de dinero, debiéndonos tanta plata".

Continúa la toma de la fábrica, ya son 55 días.
Continúa la toma de la fábrica, ya son 55 días.

Luz Marcela Paola Cardoso, otra de las trabajadoras que dialogó con este medio, afirmó que "el gobierno provincial nos dio una mano con ayudas económicas hasta junio", y, si bien también confirmó que comenzaron a cobrar el fondo de desempleo, subrayó que "no alcanza para cubrir nuestras necesidades".

La abogada de los trabajadores, Silvia Barrientos, quien ha estado involucrada en el caso desde el inicio, calificó la situación como una “lisa y llana estafa”. Según explicó: “La estafa es un delito que se concreta cuando alguien engaña, o sea hay un ardid. Se planifica un engaño a gente que está crédula, como en este caso confiaban en su patronal, confiaban en su puesto de trabajo, iban a ir el miércoles como habían acordado. Pero hubo un plan siniestro, macabro para dejarlos sin trabajo y llevarse todo”.

Además, la letrada señaló la falta de acción del sindicato y la importancia de la posesión de la planta por parte de los trabajadores: “A partir de la decisión de ocupar para frenar esta estafa, surge la posesión y surgen los derechos de los trabajadores sobre la planta. En derecho se dice que la posesión vale título. Los trabajadores están en la fábrica, por ahora es de ellos por la posesión, se apropiaron y el que los quiera sacar va a tener que demostrar mejor derecho que ellos”.

Ante esta situación crítica, el Gobierno de Catamarca había estado buscando un nuevo inversor para reabrir la planta y mantener los empleos, pero no había logrado avances significativos. En su momento, a fines de mayo, el ministro de Industria, Comercio y Empleo de Catamarca, Sebastián Caria, había declarado: “Estamos buscando a alguien que retome la actividad y pueda darle trabajo a toda la dotación, lo antes posible. Nos contactaron seis interesados, algunos ya visitaron la planta”.

El material embalado en el interior de la planta
El material embalado en el interior de la planta

Si bien ninguno de esos inversores terminó concretando la compra, en los últimos días surgió una nueva esperanza. "Hace como 3 semanas apareció un nuevo inversor. Con la diferencia de los anteriores, estos estaban muy interesados. Habló con mis compañeros preguntando como era el mecanismo de trabajo, incluso algunos jefes de línea fueron invitados a una reunión en el Hotel Arenales para asesorarse de nuestras capacidades de trabajo", relató Cardoso.

La operaria afirmó que "este inversor, que es un empresario que produce telas y confecciona prendas deportivas solo a shoppings, quiere hacerse cargo de todo lo que nos debe la patronal", algo que también mantiene a Jerez con expectativas: "Estamos esperando que nos den una respuesta de las supuestas negociaciones avanzadas que tienen con el inversor que nos visitó hace dos semanas. Nuestros delegados nos informaron que llevaban trato avanzado, pero que faltaban asuntos legales para concretar algo"

"Ahora todo depende del gobierno que esto vaya a buen puerto porque no quieren arriesgarse a que el inversor sea otro Vilariño", concluyó Cardoso.

Los trabajadores de Textilcom continúan esperando una resolución favorable que les permita recuperar sus empleos y estabilidad económica. La expectativa está puesta en las negociaciones con el nuevo inversor y en las gestiones del gobierno provincial. Mientras tanto, la toma de la fábrica sigue siendo su única forma de protesta.