Ante la posibilidad de decretar un confinamiento más prolongado por el alto número de casos de coronavirus, el gobierno nacional analiza diversos escenarios para que el impacto en las clases presenciales sea el menor posible. Uno de ellos es adelantar las vacaciones de invierno.

Así lo dejó entrever el ministro de Educación, Nicolás Trotta. "Es algo que está sobre la mesa, pero creemos que son decisiones exclusivas del Estado Nacional y hay que respetar también la realidad diversa de las distintas jurisdicciones", explicó el funcionario nacional.

Por lo pronto, las vacaciones de invierno están previstas entre el 19 y 30 de julio próximo. Esto fue resuelto a comienzos de año, cuando la mayoría de los distritos del país retomó las clases presenciales y no se esperaba una segunda ola de coronavirus de tal magnitud.

La posibilidad de adelantar las vacaciones no sólo es analizada por el gobierno nacional. Algo similar ocurre en la Ciudad de Buenos Aires. "Estamos viendo opciones de cambiar el calendario, habría que cambiarlo a junio y julio por una cuestión sanitaria, pero por cuestión climática nos queda el frío también de agosto”, planteó la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña.

Mientras se analiza este tema, ambas administraciones mantienen sus discusiones sobre qué ocurrirá con las clases presenciales después del 31 de mayo, cuando vencerá el actual DNU firmado por el presidente Alberto Fernández. La intención del gobierno de la Ciudad es que los alumnos vuelvan a las aulas, mientras que el Poder Ejecutivo nacional plantea que se inclinen por las clases virtuales, tal como ocurre en gran parte del país.

En los próximos díás, un grupo de representantes de las provincias volverán reunirse en el marco de la Mesa Educación y Salud para ir evaluando las instancias de continuidad pedagógica en el marco de la situación epidemiológica en cada distrito.