Se conocieron nuevos e impactantes detalles en el asesinato de Juan Carlos Barandalla, el hombre, de 52 años, que apareció masacrado a golpes en la cabeza en un descampado, y en un crimen por el que permanecen detenidos su esposa y el amante de la mujer. El suceso, que fue difundido por cronica.com.ar, se descubrió en el suroeste de la Provincia de Buenos Aires. Funcionarios de la Justicia tratan de averiguar las razones del homicidio. Otro de los casos policiales más impactantes de la jornada.

Los voceros judiciales revelaron a cronica.com.ar que los servidores públicos de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) de Bolívar, de la D.D.I. de Azul y los peritos de la Policía Científica realizaron allanamientos en las fincas habitadas por los presuntos implicados, las cuales están situadas en Florida al 100, en Amadeo Cittadini al 100 y en Primero de Mayo al 300, en la localidad de Henderson.

De acuerdo a lo manifestado por los informantes, al requisar las viviendas, los pesquisas lograron incautar, entre otros elementos, una barreta, una pala y un pisón (elemento utilizado habitualmente para desarrollar tareas de jardinería), que habrían sido usados en esta agresión, aunque se sospecha que la víctima habría sido rematada mediante una maza de hierro. El objeto fue hallado en el mencionado baldío, estimándose que tendría algunas manchas de sangre, al igual que prendas de vestir, que se encontraron en una bolsa, en el mismo terreno.

Pastillas para dormir

Según trascendidos, además, dentro de los inmuebles, se procedió al secuestro de medicamentos, que supuestamente se emplearon para drogar a Barandalla, ya que se estima que al individuo le administraron pastillas para dormir, para de tal manera, impedir que se resistiera al momento del asesinato.

La esposa de la víctima del crimen.
La esposa de la víctima del crimen.

Estos operativos fueron ordenados por la doctora Julia María Sebastián, fiscal de la Unidad Funcional N° 15 de Bolívar, quien tiene a su cargo la causa penal, que preventivamente se mantiene caratulada “Homicidio agravado por el vínculo”.

Cráneo fracturado

Gracias a la autopsia, se logró determinar que Barandalla perdió la vida al ser atacado a golpes que le provocaron la fractura del cráneo y, en consecuencia, una hemorragia cerebral, pero también se alcanzó a certificar que el hombre presentaba, en la región de la espalda, marcas de haber sido arrastrado, pero no mostraba, en apariencia, señales de haber ofrecido alguna clase de resistencia ante la mortal agresión.

Hasta el momento, se desconocen las razones que desembocaron en el homicidio.

El hallazgo

Tal lo que se difundió, el hallazgo del occiso se produjo el martes, cuando un individuo, de 56 años, se comunicó al número telefónico de emergencias 911 y alertó que había observado a un sujeto muerto en un descampado y a escasos metros de una tapera, en un camino vecinal que está situado a 200 metros del kilómetro 318 de la ruta provincial 75.

Uniformados del Comando de Prevención Rural (C.P.R.) se apersonaron en el mencionado lugar y comprobaron la veracidad de la denuncia, al ver el cadáver, que yacía con el torso desnudo, boca arriba, con una media en el pie izquierdo, descalzo y con el rostro cubierto por gusanos. Consta en el expediente que el cuerpo había sido colocado sobre una puerta de madera, la cual se habría utilizado para cargarlo tras el crimen. 

Contradicciones

Posteriormente investigadores policiales advirtieron que la esposa de Barandalla, de 45 años, incurría en contradicciones en su testimonio. A raíz de este motivo, los pesquisas condujeron a la mujer y a uno de sus amigos, de 38 años, a la comisaría de Henderson, donde se comprobó que dicho sujeto era amante de la pareja de la víctima.

En esas circunstancias, la sospechosa indicó que el 6 de noviembre asesinó a su esposo y que luego, en una camioneta y con la ayuda de su amante, trasladaron el cadáver hasta el predio, ubicado junto a la tapera.

Autoridades de la Superintendencia de Investigaciones en Función Judicial de la Policía de la Provincia de Buenos Aires se encargaron de supervisar los diferentes procedimientos.

Por F.V. 

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