Está detenida desde el 7 de septiembre porque la beba apareció apuñalada. Ella no lo recuerda y su familia cree que tuvo un problema psiquiátrico. Denuncia que el hospital no la asistió y la dieron de alta sin acompañamiento. Cuando fue detenida la torturaron y debió ser operada de urgencia.

Rosa está detenida acusada de haber querido matar a su bebé recién nacida, que apareció apuñalada en la Costanera Oeste de Posadas, Misiones. Ella no recuerda qué pasó. Cuando la encontraron estaba en una crisis nerviosa y "fuera de sí", y por eso creen que se trató de un brote psicótico.

Dos días antes, Rosa había ido al hospital Ramón Madariaga por un dolor de estómago y terminó pariendo. Su familia no sabía que estaba embarazada, ya que pesar de estar a término casi no se le notaba la panza. Ella denunció que en el hospital la maltrataron, no le brindaron apoyo psicológico ni psiquiátrico, le dieron el alta a los dos días de haber parido sin ningún acompañamiento y sin darle ninguna información a su familia.

Además, denuncian que en la comisaría donde fue detenida la golpearon y la torturaron, a tal punto que debió ser otra vez internada y la intervinieron de urgencia en el mismo hospital donde la habían violentado. Un instructor de gimnasia encontró a la beba recién nacida de dos días de vida llorando, con un puñal incrustado en la espalda y otras heridas de arma blanca, envuelta en mantas dentro de una bolsa de residuos, abandonada en la Costanera Oeste de Posadas, Misiones.

El joven, Diego Sebastián Penayo de 31 años, se sorprendió con el llanto de la beba que salía de una bolsa de basura de color negra, mientras caminaba por la zona, y dio aviso a la policía. Inmediatamente la bebé -con signos vitales- fue trasladada por personal policial al Hospital de Neonatología.

Los médicos que la atendieron diagnosticaron que la criatura tiene dos días de vida y presenta "arma blanca incrustada en el tercio superior del dorso. Los RX no impresiona compromiso pulmonar. Presenta otras heridas cortantes en el tórax". La pequeña fue intervenida quirúrgicamente para la extracción del arma blanca y evoluciona favorablemente, a la vez que se multiplican las consultas para adoptarla.

Según los registros médicos, Rosa -quien en verdad no se llama así sino que es un seudónimo para preservar su identidad- ingresó a la institución con un DNI de otra persona, P.G., de quien sería amiga, y allí parió. Su abogado, Manuel Rondón, explica que si bien está acreditado en la causa que ingresó una mujer con ese documento, no hay todavía un testigo que lo corrobore.

Sí se incorporó en el expediente el alta médica, un papel que prueba su internación que fue firmado por ella con su nombre verdadero.