El fiscal Sergio Terrón, a cargo de la investigación del femicidio de Úrsula Bahillo, cometido por su ex novio en las afueras de la localidad bonaerense de Rojas, dijo que la joven había pedido un botón antipánico porque temía ser asesinada, pero no se lo dieron.

Terrón explicó que el pedido que había hecho tiempo atrás la víctima, que tenía 18 años, quedó radicado en otra causa judicial abierta también por amenazas contra el policía Matías Ezequiel Martínez, detenido ahora por el femicidio.

El fiscal comentó a la prensa que tenía previsto recibir a Bahillo el próximo miércoles 17 de febrero para escuchar su testimonio. "Tenía que comparecer por una denuncia", explicó.

El policía bonaerense Martínez, de 25 años, enfrentaba hasta cometer el femicidio al menos 14 denuncias por violencia y hasta abuso a mujeres. Dos de esas presentaciones judiciales correspondían a Úrsula.

La Justicia le había impuesto a Martínez una restricción perimetral que le impedía acercarse a la joven. La medida le fue notificada el domingo, pero un día después pasó a buscarla con su auto y la asesinó en una zona rural de la localidad de Guido Spano, vecina a Rojas.

Terrón afirmó que, de acuerdo a las pruebas que tiene en sus manos, Martínez será acusado del delito de "femicidio con alevosía y premeditación", que prevé una pena de prisión perpetua.

"Estamos investigando cómo, pero creemos que a través de algún engaño o por la fuerza, la llevó en su propio auto hasta Guido Spano para cometer el crimen", dijo el fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Junín.

El cadáver de Úrsula fue encontrado apuñalado en el cuello y el torso dentro del Peugeot 307 del policía, capturado después de que intentó huir.

Cuando se vio cercado por la policía, Martínez se provocó un corte en el estómago con el mismo cuchillo que mató a la joven.

"Se encuentra internado y entubado" en un hospital de la zona "con una profunda herida en la zona abdominal", contó Terrón.