Los estremecedores mensajes de WhatsApp que envío el vigilador femicida para desviar la investigación
Agustín Iván Pérez estranguló a su pareja y descartó el cuerpo en una zanja de la localidad bonaerense de El Talar. Para el fiscal, fue una maniobra para evitar quedar implicado en el femicidio, pero las pruebas lo dejaron como principal sospechoso.
"Buen día amor" fue el mensaje de WhatsApp que envió el concubino y presunto autor del femicidio de Magalí Noelia Gómez tras asesinar a la mujer y descartar el cuerpo en una zanja de la localidad bonaerense de El Talar. Para el fiscal, fue una de las maniobras que improvisó para desviar la investigación y lo convierte en alguien "frío y calculador".
El dato surge del pedido de prisión preventiva que el fiscal de la causa, Pablo Menteguiaga, de la Unidad Funcional de Instrucción de Violencia de Género de Tigre, formuló ante el juez de Garantías 2 de San Isidro, Orlando Díaz, para que el imputado Agustín Iván Pérez (38) permanezca detenido por el femicidio de su pareja, quien trabajaba como empleada en el Parque de la Costa.
En el escrito, Menteguiaga pidió que se mantenga en prisión preventiva al vigilador por "homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género", delito que prevé como única pena la prisión perpetua.
Al presentar las pruebas en su contra, el fiscal hizo especial mención a la apertura del teléfono celular del imputado y al chat de WhatsApp que encontró con la víctima, a quien tenía agendada como "Amor Maguii".
Menteguiaga señaló que a las 8.44 del pasado 11 de octubre -es decir cuando Gómez ya había sido asesinada al menos casi dos horas antes-, Pérez le envió desde su celular un mensaje que decía: "Buen día amor", y que siendo las 9.49 volvió a escribirle "Amor. ¿Cómo vas? Cuando puedas o estés de break, hablame".
Para el fiscal, esto fue un "montaje" que el vigilador quiso llevar a cabo "luego de haberse descartado del cuerpo sin vida de su mujer".
Siempre según el dictamen fiscal, esta maniobra "señala a Pérez como un hombre orientado en tiempo y espacio, frío y calculador, en control de sus actos y en conocimiento de la criminalidad del suceso que acababa de cometer".
En un grupo de WhatsApp que tiene con hijas mayores no convivientes, el acusado les contó a las 21.26 de la noche anterior del 10 de octubre que se había separado, y también envió otros mensajes como: "Discutimos, me pegó y me defendí y fue la gota que rebalso el vaso", "ya me dividió la casa imagínense ahora mismo está en la pieza de V. durmiendo abajo", "Magalí me peleó y se fue a dormir sin comer" y "se hace la aterrada".
Al describir el hecho que le imputa, y en base a la franja horario de la data de muerte estimada en la autopsia, el fiscal sostiene que entre las 2 y las 7 del 11 de octubre pasado Pérez "valiéndose de su condición de género, la agredió físicamente, tomándola del cuello para estrangularla manualmente hasta asfixiarla" en el domicilio en el que convivían con su hija de cuatro años, en la calle El Pensamiento 1789 de la localidad de El Talar, partido de Tigre.
"Seguidamente, el aquí imputado trasladó el cuerpo sin vida de su pareja a bordo del vehículo Fiat Siena de color azul dominio FQS-101 hasta la intersección de las calles 25 de Mayo y Las Violetas de la localidad de El Talar, donde se deshizo del mismo en un desagüe fluvial junto con algunas de sus pertenencias, pretendiendo de esta forma montar un escenario similar al de un hecho de robo; ello con el único objetivo de desviar el avance de la investigación", agrega.
Para el fiscal, el faltante de zapatillas y del celular de la víctima "no fue otra cosa que una puesta en escena llevada a cabo por el aquí imputado para hacerle creer a los investigadores que el crimen se enmarcaba en un robo".
Menteguiaga cuenta como otra evidencia que comprometen a Pérez, un video de una cámara de seguridad de una vivienda ubicada a 50 metros del sitio donde hallaron el cuerpo, puede verse el Fiat Siena azul de Gómez a las 6.58 y que a las 7.01 regresa por el mismo camino. Para los investigadores, ese fue el momento en el que Pérez fue a descartar el cadáver.
De acuerdo a la línea de tiempo trazada por el fiscal en su hipótesis, tras el descarte del cadáver, Pérez mandó a las 8.44 los mensajes a la propia víctima, a las 10.15 los vecinos lo observaron lavando su auto y a las 10.55 el acusado llega a la escena del hallazgo y la policía nota sobreactuación y lesiones compatibles con posibles arañazos de la víctima en su cuello.
"Fingió verse afectado por el fallecimiento de esta última (por su esposa) inclinándose al suelo, agarrándose su cabeza con ambas manos, montando una escena totalmente fingida y sobreactuada, momento en el cuál es apartado por personal policial interviniente quien da cuenta a simple vista que Pérez se encontraba lesionado en el perfil derecho de su cuello, lesiones que fueran de reciente data compatibles con defensa", señala la acusación fiscal.
Si bien no existían denuncias formales previas por parte de Gómez a Pérez, familiares y allegados a la víctima declararon en la causa que había antecedentes de violencia de género.
Incluso sumaron una denuncia penal contra Pérez por amenazas de una exmujer del vigilador, en la que presuntamente le dijo "vas a dejar de respirar" y "te voy a quebrar el cuello".
Varios compañeros de trabajo de Gómez en el Parque de la Costa declararon en la causa que el día previo al crimen, Pérez fue a la puerta del trabajo de su mujer a controlarla y para pedir que la dejaran finalizar su jornada laboral antes de lo previsto, algo que generó una serie de discusiones en el lugar.