Le usurparon la casa, la ataron, le pegaron y le robaron hasta los perros: quedó en la calle con sus hijos
Una familia quedó en la calle, luego de una salvaje agresión de una banda que se habría quedado con su casa. La pesadilla habría comenzado hace 2 años y nunca paró desde entonces. ¡Aberrantes detalles!
Una mujer y su familia, compuesta por tres hijos menores de edad, y su nieto recién nacido, habría perdido su casa, en manos de una banda de usurpadores que los habrían desalojado, y les habrían robado hasta los perros que tenían de mascotas, según contaron de manera exclusiva a cronica.com.ar.
Todo se habría iniciado hace dos años, cuando las víctimas comenzaron las denuncias en contra de sus vecinos, de quienes recibían amenazas con armas de fuego y eran agredidos constantemente durante el tiempo que duró la pesadilla, que tuvo el episodio más grave el 12 de mayo pasado, cuando les usurparon la vivienda y los dejaron en la calle.
Gisela Cruzzetti, la madre que crio soltera a sus tres hijos, con los que vivía en una casa ubicada en el barrio de Villa París, en el sur del Gran Buenos Aires, relató a Crónica Web que tuvieron que irse de allí para salvar sus vidas. "Me tuve que ir, porque era la vida de mis hijos y mi nieta", lamentó.
La entrevistada le atribuyó el ataque a un supuesto clan familiar que atemorizaría a la gente del vecindario, a quienes identificó como "La Banda de los Juárez", debido a que sus integrantes compartiría el mismo apellido.
"Siempre quisieron usurparnos el terreno, fue muy triste todo lo que yo viví. Hasta perder un embarazo por los golpes", aseguró Gisela, que señaló que "todos los vecinos tienen miedo" y que quedó en la calle "sin nada".
Según recordó, una de las agresiones más violentas, aunque no la peor, la vivió cuándo entraron a su casa, le pegaron, la ataron de pies y manos con un cable, y hasta le bajaron los pantalones.
"Ahora estoy viviendo en casa ajena, el otro día pude pasar escondida y vi que siguen en mi casa. Mis cosas las vendieron y tienen a mis dos perros, que eran como dos hijos míos", describió.
Gisela afirmó que el origen del conflicto comenzó cuando apenas se mudó allí, ya que sus agresores se adjudicaban ser los propietarios del terreno, por ser "una herencia".
"Ellos dicen que les dejó una herencia, una abuela de ellos, cuándo solo tienen un papel de compra y venta. Se lo vendieron a una mujer que después me lo vendió a mí. Ellos me querían echar a mí para volver a vender el terreno", consideró. La causa estaría a cargo de la UFI 1 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Javier Gramajo.