Hija de matrimonio asesinado: "¿Cómo iba a suponer mi papá que esa policía era un demonio?"
María Florencia Chirico, descendiente del matrimonio de jubilados asesinado en 2018 en el barrio porteño de Parque Avellaneda, por el que ahora es juzgada Sonia Soloaga, una policía porteña, declaró al igual que la acusada. Acá los detalles.
María Florencia Chirico, hija del matrimonio de jubilados asesinado en 2018 en el barrio porteño de Parque Avellaneda, por el que este miércoles comenzó a ser juzgada Sonia Soloaga, una policía porteña, declaró que el día anterior al crimen su madre le contó que su padre dejaba pasar a la casa a la mujer policía imputada que "hacía preguntas raras" y se preguntó cómo iba a suponer su papá que la acusada "era un demonio".
De esta manera, Chirico relató ante el Tribunal Oral en lo Criminal 7 que su madre le dijo el día previo: "Hay una policía rubia que entra a casa y ayer estaban hablando con papá y ella estaba haciendo preguntas raras. Papá sabe que a mí no me gusta".
La descendiente de las víctimas Alberto Chirico (71) y María Delia Speranza, quien es querellante en la causa, fue la primera testigo del juicio y complicó la situación de la principal imputada, la mujer policía.
Esta última, declaró en esta jornada en el juicio que jamás entró a la casa de las víctimas, pero la hija de los Chirico contó que sus propios padres le habían dicho que la dejaban entrar al baño y, muchas veces se quedaba a tomar café.
Además, la mujer recordó que cuando le preguntó a su mamá qué tipo de preguntas hacía la policía, esta le dijo: "Le preguntó a papá algo sobre que le iba a traer unos dólares para ver si eran buenos o no".
Más tarde, y entre lágrimas María Florencia intentó explicarse: "A veces pienso en mi papá, pobre. Seguro que ese día abrió la puerta contento y luego sintió la responsabilidad de tener tirada a mi mamá ahí. En esos últimos segundos, él debe haber sufrido mucho, esa sensación de sentirse responsable por lo que estaba pasando y eso para mí es terrible".
En tanto, hizo referencia a que en una oportunidad, ella estacionó el auto contra la trompa de otro vehículo y "la policía rubia" se acercó a mirarla, por esta situación María Floencia le preguntó a su papá si le iba a hacer una multa, y él le respondió: "Quédate tranquila que esta chica es amiga, entra al baño y a veces le hago un café con leche".
Por último, la hija de las víctimas manifestó: "Viendo a una mujer policía, ¿cómo iba a suponer que era un demonio?, que le iba a pagar de esa manera? Se equivocó y confió en la persona equivocada, pero ¿quién se lo puede imaginar?".