La Cámara del Crimen confirmó la prisión preventiva para la mujer policía acusada de haber asesinado a balazos a un matrimonio en junio pasado en el barrio porteño de Flores para robarle unos 80.000 dólares, y el procesamiento por encubrimiento de su novio.

El fallo de la Sala VI de ese tribunal alcanzó a la oficial Sonia Rebeca Soloaga, presunta autora del doble asesinato de Alberto Antonio Chirico y María Delia Speranza, y a su ahora ex pareja, Diego Alberto Pachilla , quienes trabajaban en la comisaría 9C de la Policía de la Ciudad.

Los camaristas Julio Marcelo Lucini y Mariano González Palazzo confirmaron así lo dispuesto el 26 de julio pasado la jueza en lo Criminal y Correcional 63, Vanesa Peluffo, cuando resolvió la situación de los dos policías.

Soloaga quedó procesada por "robo agravado por haber sido cometido con un arma de fuego en concurso real con homicidio criminis causa, reiterado en dos oportunidades, cometidos mediante armas de fuego y alevosía, y falsa denuncia.".

Mientras que Pachila fue procesado, pero sin preventiva, por "encubrimiento doblemente agravado", por tratarse el hecho de un delito especialmente grave y ser funcionario público.

En el caso de Soloaga, la Sala VI declaró "desierto el recurso de apelación” que había presentado su defensa y le confirmó el procesamiento, porque su abogado, Juan José Kavanagh, no compareció a defenderla a la audiencia oral que se hizo en la Cámara de Crimen.

La jueza Peluffo dio por probado que el hecho ocurrió el 11 de junio "entre las 12 y las 14.30, ocasión en la que Soloaga aprovechó la relación que había logrado forjar con los habitantes de la vivienda porque el domicilio era cercano a la parada donde, por meses, prestó sus servicios de calle y, Chirico, especialmente, le habilitaba el uso del baño y le ofrecía algunas comidas".

Para la magistrada, los policías "pergeñaron un plan para así ingresar a la vivienda, y apoderarse de dinero en efectivo –en una suma aproximada de entre 70.000 y 80.000 dólares-, en moneda extranjera y pesos argentinos, ejerciendo violencia sobre aquellos y mediante la utilización de un arma de fuego, una pistola marca Beretta asignada por la Policía de la Ciudad a Soloaga".

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Según la resolución, las víctimas fueron golpeadas fuertemente en sus cabezas y luego Soloaga robó el dinero que estaba escondido en diferentes sectores de la casa.

Finalmente, el matrimonio fue ejecutado de un disparo en la cabeza cada uno, aplicado desde atrás mientras ambos se hallaban indefensos boca abajo, para lo cual se utilizó un almohadón como silenciador.

Las pericias indicaron que el arma utilizada es compatible con la 9 milímetros Pietro Beretta que Soloaga primero denunció como robada y que luego, al ampliar su indagatoria la semana pasada, dijo que extravió en el baño de una estación de servicio de Flores.

La sospechas de la fiscal de la causa, Estela Andrades, en torno a la mujer policía surgieron cuando el mismo día del doble crimen denunció que había sido víctima de un asalto, en el que la encerraron con dos autos y le robaron el arma reglamentaria y un bolso con 300.000 pesos, lo que luego desmintió al decir que había dado esa versión para justificar la pérdida de su pistola.

Como posible hipótesis del crimen, la jueza menciona que acusada tenía que pagar un viaje de 9.000 dólares a Disney por el cumpleaños de 15 de su hija, suma incompatible con lo que ganaba.