El asesino del matrimonio de Flores usó una 9 milímetros y una almohada como silenciador
Se conocieron detalles del asesinato de la pareja de jubilados en el citado barrio porteño y la principal hipótesis de la fiscal y la policía, es que se trató de un robo que involucra dinero, ya que todos los ambientes de la casa de las víctimas fueron revueltos. El caso fue primicia de Crónica.
El matrimonio asesinado el último martes en el barrio porteño de Flores fue ejecutado de un solo tiro en la cabeza cada uno con una pistola calibre 9 milímetros y el autor del hecho usó un almohadón como silenciador, según las primeras conclusiones de los peritos en la escena del crimen, informaron fuentes de la investigación.
Según los primeros datos forenses, a Alberto Antonio Chirico y María Delia Speranza, los asesinaron de un tiro en la cabeza a cada uno y la data de muerte fue estimada entre las 1 y las 3 de la tarde, es decir, un rato antes del hallazgo que fue a las 15.55.
El arma utilizada fue una pistola 9 milímetros, ya que junto a los cadáveres se secuestraron dos vainas servidas de ese calibre.
Los peritos también determinaron que el asesino usó a modo de silenciador una almohada color bordó que presentaba dos orificios de bala y fue hallada sobre la cabeza del hombre.
"Usaron la almohada para apagar el estampido de los disparos. El asesino la colocó sobre la cabeza de cada una de sus víctimas antes de ejecutarlas", dijo uno de los investigadores.
Las víctimas estaban tiradas boca abajo en el piso del comedor diario integrado a la cocina, vestidos con ropas de gimnasia.
El caso es investigado por la fiscal Estela Andrades, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 1, quien al igual que hizo cuando tuvo que esclarecer el doble crimen del diputado Héctor Olivares y su asesor Marcelo Yadón en Congreso, convocó para esta pesquisa a los detectives de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina.
La principal hipótesis de la fiscal y la policía es que se trató de un robo que involucra dinero, ya que todos los ambientes de la casa de la calle Eugenio Garzón 3587 estaba revueltos, aunque no se llevaron celulares, computadoras, electrodomésticos, ni unas guitarras que había en el lugar.
"Estamos tratando de chequear con la familia si tenían algún ahorro en la casa o si habían cobrado algo. Creemos que el o los asesinos podrían haber llegado con algún dato", señaló otro investigador.