El milagro de encontrar con vida a María Ángela Francioni, la mujer de 72 años que estaba desaparecida desde el 22 de agosto pasado, no pudo realizarse, ya que su cuerpo fue hallado sin vida en la tarde del jueves en un descampado camino a Estancias del Pilar, junto a las vías del Ferrocarril San Martín.

Las primeras informaciones oficiales señalan que estaba en avanzado estado de descomposición y que la víctima tenía colocada la misma ropa que el día que partió de su casa.

A su vez, los peritos indicaron que “a simple vista” no presenta “golpes ni heridas de reciente data”. De todas maneras habrá que aguardar el informe de la autopsia, la cual se va a llevar a cabo este viernes en la Morgue Judicial de San Fernando.

La mujer había salido de su casa de la calle Lauría al 1000, en el centro de Pilar, cerca de las 10 de la mañana del lunes 22 de agosto, y nunca más se supo nada de ella. Familiares, amigos y vecinos habían concretado cuatro marchas por el centro para pedir su aparición.

Así encontraron el cádaver de Francioni

Cerca de las 17 de este jueves, el cuerpo fue hallado entre unos pastizales en el camino que conduce a Estancias del Pilar, a pocos metros de las vías, cuando ya habían transcurrido 17 días desde su desaparición y posterior denuncia de su hija, Andrea Loncón, quien se había presentado en la Comisaría 1ª.

En tanto, en la tarde el jueves, la policía fue advertida a través de un llamado al 911 sobre la aparición de un cuerpo en la calle Luis María Drago, a unos 80 metros del paso a nivel.

Desde el día de la desaparición, se habían efectuado más de 200 diligencias de búsqueda, las que habían dado negativas, todas con la intervención de la Unidad Funcional de Instrucción de Trata de Personas y Delitos Conexos de San Isidro, a cargo del fiscal Gonzalo Acosta, quien en la tarde de este jueves se hizo presente en el lugar del hallazgo.

Cabe destacar, que Francioni hacía un mes residía en Córdoba, a donde se había mudado. El sábado previo a su desaparición regresó al distrito de Pilar para concretar la venta de un terreno que, ese mismo lunes antes de ser vista por última vez, decidió no concretar.