Crimen de Lucas González: jornada clave con el alegato final de la querella
Gregorio Dalbón finalizará este martes la presentación que debió ser interrumpida por un problema personal de uno de los defensores. Los papás y amigos del joven asesinado en noviembre de 2021 en Barracas estarán en la sala.
Gregorio Dalbón, el abogado de la familia de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado de un balazo en el barrio porteño de Barracas en noviembre de 2021, continuará este martes su alegato en el que pedirá las penas para los tres policías de la Ciudad imputados por el homicidio del futbolista de Barracas Central y para los 11 acusados del encubrimiento del hecho.
Expondrá la parte final de su alegato en la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25. Tras el pedido de penas por parte de la querella, los jueces Hugo Navarro, Ana Dieta de Herrero y Marcelo Bartumeu dispondrán de un cuarto intermedio hasta el jueves 22, cuando será el turno del alegato del fiscal Guillermo Pérez de la Fuente.
Héctor "Peca" González, papá de Lucas, asistirá a la audiencia junto a su esposa y los amigos de su hijo, Julián Salas (19) y Joaquín Zuñiga (19) y Niven Huanca (19), sobrevivientes del hecho. El abogado adelantó que hablarán con la prensa en la puerta de los Tribunales.
Dalbón aseguró en el inicio de su exposición que los policías acusados del crimen "eran tres mafiosos que fueron a matar", que "eligieron a su presa", actuaron "con desprecio racial", que "lo fusilaron" y lo mataron "mirándolo a los ojos".
"Quiero decirles que estamos frente a la mafia. Este es un juicio de mafia policial, que por primera vez en la historia de mi carrera me encontré con imputados que son mafiosos, mafiosos que matan, mafiosos que colocan armas", dijo en su alegato que duró aproximadamente una hora hasta que debió ser interrumpido.
Es que el letrado Martín Sarubbi codefensor junto a Fernando Soto de los policías Gabriel Alejandro Issasi, Juan José Nieva y Fabián Andrés López, tuvo que retirarse por una cuestión personal, lo que obligó a los jueces a disponer un cuarto intermedio en medio de reclamos por parte de la querella y la fiscalía de juicio.
El abogado indicó que "esa mafia no se constituye con estos tres, sino que se constituye desde las más altas esferas de la Ciudad, que hizo que haya 150 policías en un hecho que duró apenas cinco minutos".
Dalbon afirmó que este no fue un caso de "gatillo fácil", porque "no había delincuentes", sino que "acá hubo un fusilamiento porque fusilaron a Lucas a dos metros y medio… mirándole a los ojos, como un perro, no les importó nada".
Lucas y sus amigos fueron atacados a balazos el 17 de noviembre de 2021 cuando salieron de entrenar del club Barracas Central y regresaban a sus casas a bordo de un Volkswagen Suran.
En Iriarte y Vélez Sarsfield, los jóvenes fueron interceptados por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad que les hicieron señas para detenerse.
Como no tenían identificación policial, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los efectivos les dispararon y un balazo impactó en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el hospital El Cruce de Florencio Varela.
De acuerdo con la investigación, tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes, maniobra a la que se habrían sumado otros efectivos, que "plantaron" un arma en el auto de las víctimas.
Por el homicidio de Lucas y la tentativa de homicidio de sus amigos, son juzgados tres integrantes de la Brigada 6, Gabriel Alejandro Issasi (41), Fabián Andrés López (48) y Juan José Nieva (37).
Otros 11 policías de la Ciudad, también detenidos, son juzgados por el encubrimiento del crimen de Lucas y las torturas a las que fueron sometidos los otros chicos.
La declaración en el juicio de uno de estos policías acusados de encubrimiento, Héctor Claudio Cuevas (50), provocó el 3 de junio pasado la detención de otro efectivo de la Policía de la Ciudad en el marco de la causa, el oficial Facundo Matías Torres, a quien acusó de haber sido quien en su moto fue a buscar a la comisaría y trajo junto al policía Issasi, el arma de juguete plantada en el auto de las víctimas con el fin de simular un enfrentamiento con supuestos delincuentes