En la continuidad del juicio por el crimen del futbolista adolescente Lucas González, el abogado de la familia de la víctima, Gregorio Dalbón, sostuvo en la audiencia de hoy que los policías imputados por el asesinato del joven el 17 de noviembre del año 2021 “eran tres mafiosos que fueron a matar”.

Las declaraciones del letrado se llevaron adelante, esta tarde, en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 porteño, frente a los jueces Hugo Navarro, Ana Dieta de Herrero y Marcelo Bartumeu; sumada a la presencia de los agentes Gabriel Alejandro Issasi, Juan José Nieva y Fabián Andrés López, los tres principales sospechosos de cometer el asesinato del joven de 17 años, en el barrio porteño de Barracas.

"Estamos frente a la mafia", manifestó Dalbón ante los presentes en la sala, y agregó: “Este es un juicio de mafia policial, que por primera vez en la historia de mi carrera me encontré con imputados que son mafiosos, mafiosos que matan, mafiosos que colocan armas”.

Gregorio Dalbón declarando ante los medios de comunicación.

Según el abogado de la víctima, los policías actuaron condicionados por sus ideales "racistas", manifestando el "odio racial" hacia los jóvenes futbolistas que finalizaron el entrenamiento matutino en el club Barracas Central y se dirigían a sus hogares a bordo de una Volkswagen Suran.

Dalbón afirmó que los agentes “eligieron a las víctimas" y que "los esperaron 50 metros" para iniciar una persecución porque "eran fáciles". "Eran cuatro morochos que, según ellos, salieron de la villa. Pero no, salían de la cancha", agregó el jurista, en referencia a los compañeros de la víctima fatal Julián Salas, Joaquín Zuñiga y Niven Huanca.

"Desde la dictadura militar no vi nada igual, sabían que eran menores", declaró indignado el abogado, quien manifestó "complicidades" de "las más altas esferas" ya que "esa mafia no se constituye con estos tres".

Crimen de Lucas González: Dalbón consideró que hubo "gatillo facil"

Sobre el final de la audiencia, Dalbón dijo: "Mintieron todos, son todos culpables de todos los delitos, no se salva ninguno porque estaban ahí. El audio -entre dos policías- prueba el encubrimiento y el video -de la persecución-, el asesinato". En ese marco, aclaró que “el homicidio y la tentativa de triple homicidio agravado de los tres menores está demostrada" a partir del análisis del dermotest "positivo" que da fe del disparo de uno de los policías que impactó en la cabeza de la víctima.

Los sospechosos estaban de civil y a bordo de un Nissan Tiida.

“A Lucas no solamente le pegaron dos tiros, sino que lo quemaron con un objeto que podría ser un cigarrillo. Esa quemadura no se la puedo imputar a nadie. Creo que se la quemaron para ver si reaccionaba porque uno de estos animales pensaba que se estaba haciendo el dormido”, agregó el abogado. Además, acusó a los agentes de intentar hacerle a las víctimas "una causa falsa" plantando un arma en el auto que conducía uno de los jóvenes para culparlos como delincuentes y desviar la investigación.

A modo de cierre, Dalbón consideró que se trata de un caso de “gatillo fácil”, porque “no había delincuentes”, sino que “acá hubo un fusilamiento porque fusilaron a Lucas a dos metros y medio… mirándole a los ojos, como un perro, no les importó nada”.

El juicio pasó a cuarto intermedio hasta el próximo martes a las 11, debido al retiro voluntario del abogado de los acusados, Martín Sarubbi, asegurando que debía ir a buscar a su hija al colegio. Al respecto, la jueza Ana Dieta de Homero afirmó que en 40 años de profesión nunca vivió “un hecho así de insólito y una falta de respeto”.