En la cuarta audiencia por el crimen de Fernando Báez Sosa, un testigo Tomás Bidonde declaró y sufrió un ataque de pánico en pleno proceso.

Se trata de un joven de 20 años, a quien se lo vio salir del Tribunal de Dolores muy conmocionado. “Está muy mal, se quebró en el momento que tuvo que declarar. El es muy joven y estaba dentro del boliche Le Brique y se emocionó relatando”, dijo la cronista de TN. 

El testigo no era amigo de Fermando, vio el ataque y por si solo llamó a la fiscalía para relatar lo que había visto. La madre del joven le dijo a los periodistas que estuvo muy mal porque él pudo ver la pelea desde adentro del boliche y también desde afuera.

Quebrado como estaba  dio su testimonio frente a los jueces. En la sala estaban los imputados Máximo Pablo Thomsen; Ciro Pertossi, Lucas Fidel Pertossi, Luciano Pertossi; Enzo Comelli; Matías Franco Benicelli; Blas Cinalli; y Ayrton Michael Viollaz 

En la audiencia el testigo se desvaneció. Su madre lo ayudó y un amigo de Fernando Báez Sosa, que también recibió muchos golpes, le dio un abrazo y le dijo "gracias".

La imagen de los jóvenes abrazándose tras la audiencia conmocionó a todos los presentes y quedó plasmada en una foto.

A pesar de su angustia su testimonio es clave para el juicio, según consideraon los investigadores.

El joven se acercó a los padres de Fernando, los abrazó y les pidió disculpas por no haber podido hacer más por salvarle la vida. 

En su declaración, contó que vio a Máximo Thomsen darle "dos puntinazos" en la cabeza a la víctima mientras yacía en el suelo.

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