Este miércoles declararon en rueda de prensa María Graciela Sosa Osorio y Silvino Báez, los padres de Fernando Báez Sosa, en el marco de la finalización de la tercera jornada del juicio por el crimen del joven.

Tras la tercera audiencia, Graciela Sosa contó lo que sintió en el momento en que declaró el testigo Alejandro "Chiqui" Muñoz,  jefe de seguridad del boliche, quien se había quebrado al declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores.

"Cuando dio su testimonio me sentí muy dolida (…) Le agradecí por todas las verdades que ha dicho", señaló la mujer, quien sostuvo que fue "desgarrador" escuchar los testimonios de esta jornada que terminó alrededor de las 17.30 con la declaración de dos policías.

"Nos dimos un abrazo porque él también es padre. Me emocioné mucho. Se nos cayeron unas lágrimas", contó esta tarde la mujer.

Por su parte, Silvino dijo que no se pudieron cruzar en los tribunales con el efectivo que auxilió a Fernando y que le hubiera gustado darle también un abrazo "por haber intentado salvar la vida" de su hijo.

Por último, la madre de Fernando consideró que lo que hicieron con su hijo fue "una masacre total", pero que están "tranquilos" porque con el desarrollo del debate están "más cerca de la verdad".

"Escuché a los testigos. Hoy fue muy duro. Me da apoyo incondicional las madres que pasaron por lo mismo y me escucharon. Esto no acaba acá. Siempre hay que estar pendientes para que cuando sean condenados cumplan cuando deben", enfatizó la mujer.

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