Cometieron estafas por 200 millones de pesos y terminaron presos
Tras dos años de investigación, la Policía Federal Argentina logró desarticular a una organización criminal que se dedicaba a contactar personas con deudas y ofrecerles falsos métodos de pago, entre otros manejos turbios.
Una banda que se dedicaba a realizar estafas bajo distintas modalidades, y que así logró acumular unos doscientos millones de pesos, fue desbaratada tras una serie de allanamientos realizados en barrios selectos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en las provincias de Entre Ríos, San Luis y Buenos Aires, informó el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Los procedimientos estuvieron a cargo de la División Investigación de Delitos Tecnológicos de la Policía Federal Argentina (PFA), luego de una investigación que se prolongó durante dos años y permitió identificar a los miembros de una organización criminal, con ramificaciones fuera del país.
De acuerdo con el informe oficial, una de las modalidades de la banda de estafadores fue la identificación de personas con deudas monetarias, mediante el uso y adulteración de base de datos informáticos que extraían de manera ilegal de distintas empresas.
Luego, como si se tratara de una organización, les ofrecían a las víctimas formas de pago para saldar sus deudas con descuentos respectos del monto total.
De esta manera, y al brindarles a los deudores números de cuentas bancarias que supuestamente pertenecían a los acreedores, los estafadores se hacían del dinero pagado por las víctimas.
Por otro lado, la misma organización llevó a cabo una segunda forma de estafa conocida como la del "Soldado Americano", que consistía en entablar un vínculo de confianza mediante contactos digitales con las futuras víctimas.
El estafador se presentaba como un extranjero que realiza una misión fuera del país y luego de sostener una relación durante un tiempo prolongado convencía a la víctima de que, debido a su actividad en el exterior, no podía retirar de la Aduana encomiendas que habían llegado a su nombre a la Argentina.
A raíz de ello, el delincuente solicitaba a la víctima que realizara un depósito en una cuenta bancaria para luego poder retirar esa encomienda en la Aduana.
De este modo, recibían el dinero en sus cuentas las personas que formaban el eslabón más bajo de la banda, ya que solo prestaban sus datos y obtenían un porcentaje mejor del monto acreditado.
El resto de la banda extraía el grueso del dinero y a través de una compañía de servicios financieros enviaba lo robado hacia el exterior.
Según informó el Ministerio de Seguridad, la banda acumuló una suma equivalente a los doscientos millones de pesos.
Luego de que los investigadores obtuvieran las pruebas necesarias, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 5, a cargo de Manuel de Campo, ordenó 23 allanamientos que se llevaron a cabo en barrios de clase media y media alta de CABA y en las provincias de Entre Ríos, San Luis y Buenos Aires.
Finalmente, se logró detener a 15 miembros de la organización criminal, de distintas nacionalidades, y entre los que se encontraba el líder.
Asimismo, se secuestraron 46 teléfonos celulares, 14 notebooks, pendrives, discos rígidos, elementos de almacenamiento digital, documentación bancaria, gran cantidad de dinero en efectivo, dos automóviles y una motocicleta.