Por Bibiana Bryson (*)
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Los atentados del 11 de septiembre de 2001 dejaron una marca indeleble en la historia reciente de la humanidad. Ese día, hace dos décadas, fueron secuestrados y estrellados cuatro aviones en el territorio de una de las potencias mundiales como es Estados Unidos, dos contra el “World Trade Center” en Nueva York, uno en un campo en Shanksville, Pensilvania y el otro en el edifico del Pentágono, en Washington, en ataques coordinados por el grupo extremista islámico Al Qaeda.

Sin embargo, lo más sorprende es que en 1939, un paragnosta y talentoso del arte, el argentino Benjamín Solari Parravicini dibujaba y firmaba con un epígrafe, un extraño dibujo que por aquel entonces, vaticinaba aquel evento histórico.

Los años transcurren y allá por los 60, un profesor interesado en los misterios, conoce y frecuenta al singular vidente, investigando su caso de contacto, rodeado de innumerables fenómenos paranormales y de enigmáticos dibujos psicográficos, este se llamaba Alejandro Erú.

Junto con sus asistentes, Silvia Landrock y Gorki C. (Carulla), van dando forma en el departamento de la calle México, donde vivía Parravicini, los artículos que aparecieron en la revista “Conocimiento de la Nueva Era” (década del 60) sobre BSP (como se lo apodaba a Parravicini) y sus psicografias.

Aquel encuentro quedó plasmado en una fotografía tomada por Silvia, apodada “Kitty”, donde se puede ver a Parravicini sentado junto a Erú en una amena charla. La foto original, que atesoro, verá la luz en mi libro.

Aquella vez, Pelón (otro apodo de Parravicini) cedió el material desinteresadamente al que ya en ese momento se convirtiera en su leal amigo y a quien le encomendó publicar por primera vez su obra, cuando aun este permanecía con vida. Muchas de estas valiosas psicografias del notable artista y profeta, se publicaron en la mencionada revista, algunas decenas se compartieron desinteresadamente en charlas y conferencias gratuitas y casi un millar inéditas aun no, permaneciendo a ser descubiertas.

Particularmente una de ellas, es la que se convertiría en la más sorprendente, años después. Erú, enferma muere prematuramente en 1969 y sus asistentes asumen con responsabilidad y lealtad, custodiar tan singular material por mucho tiempo esperando el momento les fuera señalado desde lo Alto, como Pelón decía.

Luego del fallecimiento de su esposo Gorki C, Silvia entrega parte de los dibujos a Pedro Romaniuk,i maestro de quien escribe estas líneas, para su difusión, quien los publica en 1992 en su Libro “Cono Sur” y tiempo después, de forma documentada como ella misma lo menciona en la reveladora entrevista del canal Mantra Fm, a mi persona. Nueve años después, el mundo se estremece, “Las Torres Gemelas”, se convierten en polvo y el profético dibujo con su epígrafe de 1939, cobra sorprendente sentido.

EN LOS FOROS... ACLARAR BIEN LOS TANTOS

Del tema de las publicaciones permitidas por Benjamín Solari Parravicini, poco se menciona en algunos oscuros foros que se dedican a la obra de BSP, dado a que es evidente que la cadena de estos acontecimientos históricos y del legado de quienes se constituyen como sus legítimos depositarios, no le conviene se sepa a la “nefasta administradora” porque perdería protagonismo y de este modo, los interesados de buena voluntad en estudiar y conocer la obra del artista, llegarían inexorablemente de manera certera a quien escribe estas líneas, con el rigor de la verdad única de ofrecer de forma desinteresada y amorosa, el mensaje que el profeta le fuera encomendado por designio divino y por voluntad del propio BSP.

(*) Ufóloga, escritora, investigadora. Corresp. MUFON (EE.UU.) y RADIO (Red Arg. Inv. Ovni). Dir. Exociencia Argentina. Tened. Obra B. Solari Parravicini