San Pío de Pietralcina: clarividencias y sanaciones paranormales del cura italiano
Fue una figura icónica del siglo XX y supo aportar además de sus valores, creencias y milagros que lo canonizaron, sus métodos sanadores a presencias paranormales.
Es conocido como "El milagroso" y dejó este mundo un 23 de septiembre de 1887. Su vida cambió cuando fue santificado y convertido en “San Pío de Pietralcina” por el mismísimo Papa Juan Pablo II. La ceremonia de su conversión tuvo lugar en la Plaza de San Pedro, corazón del Vaticano, donde asistieron unas 250.000 personas que hoy lo recuerdan con una sonrisa. Pero, ¿Qué tuvo de especial el Padre Pío?
Para algunos se trata de un hombre al que Dios le concedió el poder del milagro, pero otros lo recuerdan como una suerte de manual de exorcismo y uno de los mayores paragnostas del siglo pasado. Además, era capaz realizar bilocaciones, efectuar clarividencias y decir precogniciones, a más de ejercer curaciones psíquicas. De cualquier forma su santificación estaba sobrada de justificaciones.
“Sabemos bien que algunas personas van tan lejos de sus convicciones religiosas que llegan al punto de hacer aparecer en su propio cuerpo las llagas de la divinidad crucificada, cuya imagen estaba grabada en su espíritu, debido al poder de su ardiente imaginación”, expresaba el célebre Giordano Bruno en 1595. En el caso del Padre Pío, su fe era tan grande e intensa que su cuerpo mantuvo, por medio siglo, desde los primeros días de juventud y hasta su muerte, las cinco heridas más importantes de Jesús. En ambas manos, en los pies y en un costado del tronco, sangrando copiosamente pero sin mostrar signos de infección.
En la vida del Padre Pío, hay abundantes acontecimientos, comprobados, sobre sus facultades extrasensoriales y psikinéticas. A continuación, tres casos de bilocaciones del Padre Pío que la historia jamás podrá borrar.
1. Muerte de Jorge V, Rey de Inglaterra
En una noche de enero de 1936 el Padre Pío oraba junto con otras personas. Les dijo: “Oren conmigo, por favor, ya que pronto un alma se hará presente ante el Tribunal de Dios”. Después de la oración, el Padre Pío expresó que Jorge V, Rey de Inglaterra, acababa de morir. Tiempo más tarde se comprobó que la muerte del monarca tuvo lugar cuando el grupo estaba rezando, a miles de kilómetros de distancia del lecho de agonía.
2. Muerte de Monseñor Damiani
Monseñor Damiani, de Salto, Uruguay, visitó al Padre Pío y quedó tan anonadado por su piedad que deseaba morir en su presencia. El Padre Pío le dijo que esto no era posible, ya que Damiani moriría en su tierra natal, pero que no debía temer. La precognición se cumplió. Damiani murió en 1942. Pero, durante la agonía, afirmó haber recibido la visita del estigmatizado. Esto podría considerarse una alucinación propia del estado de Damiani si no fuera porque algunos sacerdotes que estaban próximos también observaron su presencia.
3. El casi suicidio del General Cadorna, jefe del Estado Mayor de Italia
Durante la Primera Guerra Mundial, el General Cadorna, jefe del Estado Mayor de Italia, después de sufrir una derrota se encontraba a punto de suicidarse. Entonces se le apareció un monje joven diciendo: “¡No sea estúpido!”. El militar, una vez que salió de su asombro, buscó hablar con el fraile, pero éste desapareció súbitamente esfumándose en el aire. Al finalizar la guerra, el general, en ropas de civil, fue uno de los tantos visitantes de la iglesia de San Giovanni Rotondo, donde estaba el Padre Pío. Éste se le acercó y dijo en voz baja: “Tuvo mucha suerte, amigo mío”. Allí Cadorna lo reconoció como el monje que había hablado cuando estaba a punto de suicidarse.