Parapsicología: ¡Salud al gran Bajarlía!
Crónica Fenómenos Paranormales Recordamos a uno de los grandes pioneros de esta ciencia en el país.
Por Prof. Antonio Las Heras (*)
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Hacia 1970 no era sencillo hablar de Parapsicología en el país. Era un tema árido por lo casi desconocido a nivel académico-universitario y mal interpretado, cosa que aún sigue ocurriendo, en el orden popular y de los medios de difusión masiva.
En el imaginario del común de la gente, la Parapsicología se asociaba a cuestiones de ocultismo, espiritismo}, adivinación y esoterismo. Por entonces, el periodista Nicolás “Pipo” Mancera, interesado en todo lo paranormal, solía llevar a su programa “Sábados Circulares” al sacerdote jesuita Oscar González Quevedo, radicado en San Pablo (Brasil) y destacado parapsicólogo de prestigio mundial que además daba cursos de introducción al tema.
En algunas universidades lo hacía el doctor J. Ricardo Musso, pionero en la materia, y a nivel popular quien dictaba numerosos cursos varios sitios de la capital federal era Juan Jacob Bajarlía (1914/2005), otro pionero de la Parapsicología en el país pero quien, además, se destacó por estar a la vanguardia en otros temas igualmente controvertidos, tales como la criminología y el surrealismo.
Multifacético, cada vez que se le pedía una definición de sí mismo, aseguraba: “Ante todo, soy poeta y parapsicólogo”. Lo acompañé en mesas redondas sobre Parapsicología en la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), en la Feria Internacional de Buenos Aires “El Libro del Autor al Lector”, en la Sociedad Hebraica Macabi, en Náutico Hacoaj, en el Instituto Cursos Morris, el Círculo de Estudios Avanzados (CEA), entre otros tantos sitios. En 1981 fue cofundador y primer vicepresidente del Grupo Universitario de Estudios e Investigaciones en Parapsicología (GUEIP) y cuando del 4 al 6 de setiembre de 1981 se realizó el Primer Congreso Argentino de Parapsicología en el auditorio mayor del Colegio San Juan Bautista de La Salle de la ciudad de Buenos Aires, que reunión unos 1.200 participantes, él también fue vicepresidente y expositor.
Publicó artículos en la revista Gaceta de Parapsicología, en Cuarta Dimensión que dirigía Fabio Zerpa (donde escribe la serie “Las palabras en Parapsicología”) y Magazine; en diarios nacionales y regionales, participó en programas de radio y TV. Miembro del comité organizador y expositor en el Primer Congreso Latinoamericano de Parapsicología (1982) y en el Primer Iberoamericano (1985) siempre expuso resultados de sus investigaciones, las más vinculadas a estados alterados de consciencia, fenómenos extrasensoriales y el proceso creador.
Bajarlía estaba convencido que los fenómenos parapsicológicos (extrasensoriales y psikinéticos) se producen por un factor innato de lo humano, y6 que vegetales y animales son influenciados por tal factor pero que no lo poseen.
Por eso, explicaba, cuando un perro aúlla lastimero en la noche mientras muy lejos, en el hospital, está agonizando su amo, no es que el animal tenga capacidades telepáticas, sino que el moribundo le está transmitiendo y el perro percibe que algo está mal. En coincidencia con otros parapsicólogos pioneros como el sacerdote jesuita Enrique Novillo Paulí, aclaraba que el real objeto de estudio de los parapsicólogos no es otra cosa que el espíritu.
Las investigaciones de laboratorio permiten constatar que esta función humana prescinde del tiempo, de la distancia y de la materia. Siendo así, ¿cómo se puede designar a algo con tales características? Espíritu, no hay otra palabra. Los parapsicólogos estudiamos el espíritu y hemos comprobado que el espíritu existe. Bajarlía no dudaba de la existencia de un alma inmortal y que el tránsito terrestre es, como afirmaba Platón, la verdadera muerte.
El 2 de mayo de 2005, entre las actividades culturales de la Feria Internacional “El Libro, del Autor al Lector” en un acto oficial de la Fundación El Libro se presentó “Diálogo: Conversaciones con JuanûJacob Bajarlía sobre poesía, ciencia ficción y Parapsicología, con Antonio Las Heras”, en la sala Lugones, ocupada a pleno, y con mucho público joven, al momento de las preguntas el interés por los temas poéticos rivalizaba con la ciencia ficción y la Parapsicología. Y Bajarlía por entonces con 91 años, respondió todo, interrumpido por aplausos mientras agradecía en silencio, sonriendo... Falleció semanas después, el 22 de julio.
“PARTICIPÉ DE UNA PRÁCTICA”
ERA UN VERDADERO MAESTRO CON EL TABLERO OUIJA
Por aquella década del ´70, los cursos de Bajarlía eran muy frecuentados, al combinar teoría y prácticas. El profesor conocía muy bien el uso del Tablero Ouija. Jamás olvidaré cuando, durante una concurrida reunión, alguien lo desafió para que, usando la “uija”, dijera dónde estaba en ese momento su hijo.
Bajarlía no lo conocía a quien preguntó, y fue la primera y única vez que se vieron. Bajarlía pidió la colaboración de dos de sus discípulos, uno era quien esas líneas escribe. Nos sentamos frente al tablero ante la atención de todos. Concentramos nuestras mentes algunos minutos, luego pusimos el dedo índice de mano derecha sobre la Ouija y dejamos fluirà Para mí fue terrible, una y otra vez se movía recorriendo las letras M, U, E, R y T en ese orden.
Era claro, marcaba: “Muerte”. Terminado ese acto, Bajarlía se paró y firme y seguro dijo: “De acuerdo a la ouija su hijo está muerto”. El desconocido se levantó y moviendo afirmativamente su cabeza dijo: “Si, es verdad. Lo sabía, claro, murió hace 2 años.
Pero estaba convencido que todo era un engaño y que me dirían que estaba en tal o cual parte, o una mentira. Veo que es verdad y que la Parapsicología es algo real.
(*) Doctor en Psicología Social, fi lósofo y escritor. Magister en Psicoanálisis. Pte. Asoc. Arg. Parapsicología y de la Asoc. Junguiana Argentina