Por Mariano Cattaneo
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La literatura de terror, suspenso y misterio en la Argentina tiene brazos largos que terminan en garras. A lo largo del país, un sinfín de leyendas urbanas, mitos y realidades, como el séptimo hijo varón cuya maldición lo transforma en El Lobizón, los fantasmas que aún habitan la propiedad porteña llamada La casa de la palmera e infinidad de casos verídicos como el sádico Petizo Orejudo, para citar algunas de las más famosas, forman con lazos fuertes el género fantástico local.

En literatura, la fantasía se extiende desde maestros como Alberto Laiseca que mantuvo pendiente a los lectores con los "Cuentos de la negra Tomasa", Julio Cortázar que presentó el misterio de la "Casa tomada" y aquel hotel rioplatense que poseía "la puerta condenada". La pluma de Norberto Luis Romero con "El lado oculto de la noche", Mariana Enriquez y su horror urbano en "Las cosas que perdimos en el fuego" y por supuesto, Elsa Bornemann que aterró a pequeños con "Socorro Diez".

Más para leer

Pero más allá de estos grandes nombres, hay todo un universo que está surgiendo con la bandera del movimiento independiente. Editoriales que asoman la mano con frescura, trayendo autores y autoras argentinos con mucho horror para deslumbrar y aterrar. Es ahí donde se oye (y se lee) la nueva voz del terror Argentino y su grito es fuerte. Editoriales como el Colectivo De La Fosa, Santa Guadaña, Sello Fantasma, Cuervolobo, Muerde Muertos y Cuarto menguante entre otros, son la opción original a la hora de leer nuevos mundos y nuevos estilos.

A veces la comodidad de los autores de renombre es lo más sencillo, ya que el lector los encuentra con facilidad en la góndola de cualquier librería popular. Para quien quiera descubrir nuevas perspectivas dando un salto hacia la sorpresa, puede encontrar, en esta nueva tangente de autores nacionales, un sótano oscuro y repleto de historias absorbentes. El terror, el misterio, los giros inesperados llegan con tonada barrial, con lugares a los que visitamos y sentimientos conocidos, porque si bien el terror es universal, nada mejor que recorrer sitios que uno reconoce para empatizar con las palabras y sentir a flor de piel una historia.

Desde Bariloche, hasta Córdoba; desde los oscuros recovecos del centro porteño hasta las calles desoladas de la Provincia de Buenos Aires; el terror está ahí agazapado y a la espera, quizás más cerca de lo que cree el lector desprevenido.

Estos son algunos libros locales, a la hora de buscar nuevos caminos para sorprenderse:

  • “CASOS CONGELADOS” DE CARO PANERO

Una forense de pueblo tiene un poder, logra visualizar los últimos recuerdos de las víctimas que yacen en la camilla mortuoria. Claro que este poder también es una maldición

“CASOS CONGELADOS” DE CARO PANERO.
  • MIRAR AL CIELO” DE RUBEN RISSO

Cuatro relatos sobre encuentros cercanos y el misterio que los rodea.

"MIRAR AL CIELO” DE RUBEN RISSO
  • “EL BAR DE LOS DESEOS IMPOSIBLES” DE CEZILIA LONTRATO

“EL BAR DE LOS DESEOS IMPOSIBLES” DE CEZILIA LONTRATO "

Este antiguo y misterioso bar, situado en las catacumbas del centro de la Ciudad de Buenos Aires es atendió por seres que cumplen deseos.

“PAISAJES DE PESADILLA” DE ANDRÉS BORGHI

Relatos de terror dónde lo macabro se funde con la realidad en una pesadilla viviente.

“PAISAJES DE PESADILLA” DE ANDRÉS BORGHI

“HISTORIAS PARA CONTARLE A LA MUERTE” DE LEONOR ÑAÑEZ

Una ama de casa es visitada por la muerte, para distraerla, la mujer le contará historias y así tratar de evadirla.

“HISTORIAS PARA CONTARLE A LA MUERTE” DE LEONOR ÑAÑEZ

“HAMMER FILMS, LA LEYENDA DEL HORROR BRITÁNICO” AUTORES VARIOS

Un recorrido por la mítica productora inglesa de horror.

“HAMMER FILMS, LA LEYENDA DEL HORROR BRITÁNICO” AUTORES VARIOS