Un año de gestión condicionada por la pandemia
Opinión por Javier Carrodani.
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@javiercarrodani
Se cumple hoy el primero de los cuatro años de mandato del presidente Alberto Fernández. Más allá del grado de acuerdo o desacuerdo que pueda haber con las distintas medidas dispuestas por el gobierno del Frente de Todos, cualquier análisis que pretenda hacerse dejando de lado la pandemia mundial de Covid-19 carecerá de validez.
El impacto económico de la propagación del coronavirus fue fuerte en todo el mundo, sin distinguir entre países que dispusieron largos y estrictos períodos de aislamiento -como la Argentina- y los que buscaron preservar el funcionamiento de la actividad lo más posible. En cuanto a lo estrictamente sanitario, la pandemia desnudó la precariedad estructural del sistema nacional tanto a nivel público como privado, al punto de requerir de una cuarentena fuerte a lo largo de meses para dar tiempo a que -por lo menos- los hospitales y clínicas agrandaran y reforzaran sus sectores de terapia intensiva a fin de no colapsar.
Este sería casi el único logro que puede ostentar el gobierno, más allá de que en diversos lugares del país hubo situaciones de pacientes que, pese a llamados a los teléfonos de emergencia, no fueron asistidos en tiempo y forma y desgraciadamente fallecieron.
Por fuera de la pandemia, hubo momentos de discrepancias internas, algo esperable en un gobierno de coalición, y también hubo marchas y contramarchas. El acuerdo de restructuración de la deuda con los acreedores externos fue quizá el mayor éxito, y en el mismo sentido se gestiona un entendimiento con el FMI.
Por lo demás, se busca sostener a gran parte de la población afectada por una situación económica y social que ya era grave hace un año y empeoró con la pandemia, como lo han mostrado los indicadores de actividad y de pobreza. Al mismo tiempo, se intenta generar las condiciones para que la inversión privada acompañe el esfuerzo que hace el Estado en obra pública e infraestructura.
Y en esas condiciones está la búsqueda del mentado equilibrio fiscal que también limitará al gobierno en el futuro. El esperado "rebote" pospandemia será la oportunidad para que el país inicie un despegue.