Defraudado, esta palabra la vamos a repetir una y muchísimas veces más todos los jubilados del país porque ya estamos cansados de no poder conseguir que se conozcan nuestros derechos, para así poder acceder a una mejora de nuestra situación económica. Parecería que nos estuvieran tomando el pelo y nos hacen sentir unos tontos.

A veces pienso que, en vez de haber aportado, hubiera juntado esa plata para hoy vivir mucho mejor ya que somos la variable de ajuste y siempre nos han utilizado. Quiero remarcar además que hemos trabajado más de cuarenta años pensando siempre en que este esfuerzo que realizábamos se vería reflejado en un buen pasar, pero eso no ocurrió, ya que la vida nos ha golpeado de lleno, y hoy tratamos de vivir para poder mantenernos como podemos.

Tratamos con lo que cobramos de poder cubrir lo más necesario, salteando y comiendo comidas más económicas, ajustando donde más se pueda, pero cada vez se nos hace más difícil e imposible. Tenemos una inmensa tristeza e impotencia ya que después de haber trabajado tantos años, nos encontramos marginados, olvidados y sumergidos en una tremenda pobreza e indigencia.

Muchos tenemos hijos o nietos que nos ayudan, pero es injusto que eso ocurra, no queremos ser mantenidos por ellos, tenemos dignidad, nos hace sentir mal, no queremos, ellos tienen su hogar y una familia que mantener y además no es justo que tengan que hacerse cargo de nosotros, para eso hay un Estado que tendría que velar y actuar, para que esto no suceda y comprometerse para que podamos llevar una mejor calidad de vida y que por legítimo derecho nos corresponde por tantos años que hemos aportado y en algo contribuido a la construcción y grandeza de este país.

Quiero decirles y repetirle con mi voz quebrada, que nos sentimos cada vez más defraudados, que después de haber trabajado y aportado más de cuarenta años, tenemos que vivir esta triste realidad por las migajas que recibimos de salarios y también la mala atención de la salud.

Se nos acaba el tiempo y ya no podemos esperar más. Deberían hacerse cargo de todas las promesas que hicieron y que siguen incumplidas, continuando prometiendo y prometiendo.

Para finalizar, me hago esta pregunta: ¿Cuándo van a cumplir con las promesas, cuando ya no estemos?